Acogida
Relatos
Principio
Anterior: Mauritania
|
Capital: Dakar
|
Desde el siglo V en adelante, los pueblos Wolof y Serer emigraron al sur del Río Senegal y los nómadas bereberes bajaron del norte. En el siglo VIII, estuvieron bajo la influencia del Imperio Ghana de los Soninke, el cual floreció en el comercio de oro, esclavos y sal; hasta que los almorávides bereberes invadieron su capital Kumbi Salah en 1076. Posteriormente, el reino Djolof se levantó para florecer en los siglos XIII y XIV, en el área entre el río Senegal y la costa. En los siglos XV y XVI, los comerciantes Portugueses controlaron la costa hasta que los franceses tomaron St-Louis en 1659, despúes de competir con sus rivales británicos y holandeses. A finales del siglo XIX, los franceses de África del oeste se extendieron del Atlántico a lo que hoy es Nigeria. Los franceses administraron sus colonias directamente, todo lo contrario de la política británica de una administración indirecta a través de jefes locales. Los diputados senegaleses se sentaron en la "Assemblée Nationale" (el parlamento) en 1848 y el primer diputado de raza negra, Blaise Diagne, fue electo en 1914. Esta política de integración no originó la independencia, la cual fue otorgada en 1960 con Leopold Senghor como presidente. Veinte años más tarde, él se retiró voluntariamente en 1980, favoreciendo a su sucesor electo, Abdou Diouf, quien aún tiene el poder despúes de 19 años. |
|
| Atlapedia CIA Country Reports Traveldocs | ||
Había tenido suerte para pasar las formalidades de la frontera de Mauritania sin tener que pagar un soborno y la suerte se mantuvo conmigo cuando conocí a este caballero en el ferry mientras atravesaba el río Senegal en una Mitsubishi Pajaro de doble tracción con chofer, la cual se ve detrás de nosotros. Él resultó ser el alcalde de Rosso (y ex-ministro de transportes en Mauritania), quien iba a Dakar en viaje de negocios con una corta parada en Saint Louis, a donde yo iba. Tuvimos una conversación muy interesante acerca de política africana durante el viaje de 100 kms., hasta que me bajé aquí, junto al puente Faidherbe.
Envidio la elegancia (y probablemente la comodidad) de la tradicional túnica mauritana de colour azul.
Apenas había logrado agradecerle a mi amigo mauritano (cuyo nombre no pude obtener), cuando conocí a una pareja francesa que me llevó a través del puente Faidherbe y me trajo al albergue juvenil de Saint Louis, donde me dieron la bienvenida y un cuarto muy bonito por sólo US$ 9. Esa tarde, algunos de la posada fuimos a un restaurante cercano donde disfrutamos una deliciosa cena de pollo con cerveza por sólo US$4.
Rue Khalifa, una de las seis calles que van de norte a sur.
La ciudad colonial de Saint Louis es una isla estrecha en el Río Senegal, cerca de donde éste fluye hacia el Atlántico. Fue un lugar de comercio de esclavos por más de dos siglos (como la isla de Gorée cerca de Dakar), antes de ser una entrada para la expansión francesa hacia el oeste de África a mediados del siglo XIX.
Mezquitas como ésta en "rue de France" son comunes a la vista en Senegal, ya que casi un 90 por ciento de la población es musulmana. El principio de los musulmanes es que todos pueden tener un acceso directo a Dios; pero la forma de Islam que se practica aquí, ha caido bajo la influencia de un clero que disfruta de los beneficios de un poder secular considerable (aqui, los privilegios de los morabitos son similares a los privilegios de los mollahs en Irán).
El bulevar Abdoulaye Mar Diop que está de frente al brazo oeste del río Senegal, es ahora un lugar para anclar los botes de pesca.
Saint Louis fue una importante ciudad alguna vez, pero decayó considerablemente cuando Dakar se convirtió en la capital del Oeste de África francesa en 1902. En 1958, perdió su papel como centro administrativo para Senegal-Mauritania; la nueva ciudad de Nouakchott fue fundada como capital de Mauritania independiente y Dakar se convirtió en la capital de Senegal.
Despúes de un par de días de descanso en esa encantadora reliquia del pasado colonial, tomé una camioneta Peugeot "taxi brousse" hacia Dakar. Estaba llena, como de costumbre, con dos pasajeros al frente con el conductor, cuatro atorados en el asiento de en medio y tres de nosotros en el angosto asiento de atrás. Los"taxi brousse" no son cómodos pero son económicos y convenientes para viajar.
La Place de l´Indépendance (Plaza de la Independencia) es el corazón del moderno Dakar que ha crecido a más de un millón de personas. Dakar tiene su parte de personas peleoneras y vagos, pero no más que otras ciudades de este tamaño. El centro de la ciudad alrededor del "Hótel Indépendance" que se ve aquí, es seguro incluso despúes de la caída del sol, pero hay algunas áreas que es mejor evitarlas por la noche.
Encontré un cuarto económico en el "Hôtel Provençal" cerca de la Plaza Independencia. De hecho, era un burdel pero tiene un anexo separado donde los clientes que no solicitan servicio en su habitación podían quedarse por U$15, que no es mucho para el centro de Dakar.
El anexo de "Le Provençal" donde me quedé (paredes azules abajo a la izquierda) y el puerto pueden verse desde la azotea del costoso "Hôtel Indépendance".
Me quedé una semana en Dakar y disfruté su ruido y bullicio. Obtuve visas para Cabo Verde y Gambia, e hice un plan para la siguiente parte de mi viaje. Había deseado visitar Guinea Bissau para ver si podía encontrar personas que conocí cuando trabajé ahí en 1979; pero la guerra civil que estaba sucediendo en ese momento me lo impidió. Al final, decidí volar de Banjul a Conakry y luego a Freetown y Monrovia en camino a Abidjan.
También de frente a la Plaza Independencia, el edificio de la Cámara de Comercio, una herencia de los tiempos coloniales franceses.
Es interesante imaginar en lo que se hubiera podido convertir Dakar si la Federación de Estados Independientes del Oeste de África, promovida por el brillante y primer presidente de Senegal, Leopold Senghor, hubiera sobrepasado la resistencia de Côte d'Ivoire's Houphouët-Boigny respaldada por la determinación de Francia de mantener el control sobre sus ex-colonias, manteniéndolas débiles y divididas.
Aquí está la moderna Asamblée Nationale junto al museo Ifan en la Plaza Soweto.
Aquí es donde una de las formas más benignas de la "Democracia Africana" ha sido practicada ostentosamente por el sucesor de Senghor, Abdou Diouf, durante los últimos 19 años.
Personalmente, estoy convencido que debe haber una mejor manera de escoger líderes aparte de la elección periódica de alguna de las imagenes públicas de un millón de dólares, creada por especialistas en publicidad y propaganda política. El proceso democrático fue probablemente eficiente en identificar al líder más competente a nivel aldeano, cuando todos conocían íntimamente a los demás y podían emitir su propio juicio. Este seguramente no es el caso de hoy día, ya que el votante tiene que elegir entre imágenes manipuladas de gente que no conoce.
Puede encontrar todo lo que necesita en el grande y bullicioso mercado Sandaga, pero también puede perderse en él. El otro mercado importante de Dakar es marché Kermel, el cual es más pequeño y limpio, casi un mercado de exhibición.
El proceso democrático puede no ser el método ideal para elegir líderes, pero sin duda es el mejor, cuando funciona, para deshacerse de los líderes cuyo gobierno ha sido más que suficiente para la mayoría de personas. El problema es que no es suficiente tener elecciones para que el proceso funcione. En mi opinión, sólo una minoría de los muchos países llamados democráticos que he visitado, tienen un proceso electoral que provee una manera justa al público votante de probar un nuevo grupo de líderes para reemplazar el anterior.
Este pequeño mercado de fruta y verdura cerca del puerto es más típico de los mercados pintorescos y amistosos de toda África.
Una visita a Dakar no está completa sin un vistazo a la infame Isla de Gorée, donde miles de seres humanos fueron cargados en botes de esclavos como si fueran ganado. Llegar ahí le proporciona una buena vista del horizonte de Dakar.
Este es el terrible lugar de donde tantos fueron camino a su muerte en botes negreros o a la esclavitud en América.
La playa de Gorée y las casas antiguas camino al Fuerte D´Estrées son ahora atracciones turísticas pintadas con colores alegres, en donde está de moda tomar lecciones de tambores de los habitantes.
El horrible Fuerte D´Estrées es ahora un macabro museo de la historia de la esclavitud en esta región.
El edificio rojo grande a la izquierda era la bodega principal donde los esclavos eran encerrados mientras esperaban la embarcación. Muchos turistas se impresionan con razón, pero estoy seguro de que este lugar ha perdido por completo su horrendo significado para toda la población que mantiene estas calles tan angostas, muy limpias y adornadas con flores para hacerlas más placenteras para sus visitantes extranjeros.
La vida sigue y también la marabunta para subir al bote para el viaje de vuelta.
Al siguiente día, volé a la colonia ex-portuguesa de Cabo Verde, a menos de dos horas fuera de Dakar hacia el noroeste.
El día despúes de mi regreso de Cabo Verde, me levanté muy temprano para asegurarme de agarrar un lugar en el bus que va directo a Banjul en Gambia. Aún estaba oscuro a las 6:00 cuando yo caminaba por el desierto bulevar de la Liberación buscando la estación de buses. Un auto de policía pasó por ahí y me ofreció llevarme por las calles sin luz hasta una esquina donde un grupo de personas se encontraban haciendo una fila frente a una caseta de venta de boletos que estaba cerrada. Estaba agradecido y me di cuenta de lo imprudente que había sido al irme caminando cuando vi que todos los que llegaban y alargaban la fila llegaban en taxi. Finalmente, se abrió la puerta, hubo algo de forcejeo y todos obtuvimos unos pedacitos de cartón numerados con el propósito de reducir la violencia de la multitud al subir a uno de los buses que llegó a las 7:00 am. Despúes de muchos empujones, gritos y discusiones, los buses se llenaron y salieron alrededor de las 7:30. Sin duda alguna, la disciplina y la paciencia no eran parte de la cultura de mis compañeros de viaje...
