Capital: Nouakchott
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Mauritania es un desierto. Hay poca vida vegetal o animal excepto en el sur cerca del Río Senegal donde vive la mayoría de la población. Bereberes en camellos dominaron a la población negra indígena en el siglo III A.C. y establecieron comercio con el Imperio de Ghana, cuya capital, Kumbi Salah, estaba ubicada en la esquina suroeste del país. En el siglo 11 los Almorávides extendieron el dominio de los Bereberes sobre la raza negra al arrasar Kumbi Salah, pero posteriormente fueron sustituidos por lo árabes como la elite gobernante en el siglo XVII. Los moros de hoy en día son descendientes de esta élite árabe y de la población Bereber, que adoptó el Hassaniya (un dialecto árabe), ambos pueblos tienen una tradición de dominio sobre la raza negra. Mauritania se convirtió en un protectorado de Francia en 1903 y el francés era el idioma oficial hasta su independencia en 1960. Se intentó establecer una democracia y se realizaron elecciones en el ´61, ´66, ´71 y ´76 pero las dificultades del país para manejar el conflicto armado con el Frente Polisario, que resistía la toma de poder en el lado oeste del Sahara, dio lugar al golpe de estado militar en el ´78. El gobierno dio un giro hacia el fundamentalismo Islámico y otro golpe de estado en 1994 puso al Coronel Ould Taya como Presidente. En 1989, la tradicional tensión entre los moros dominantes y los negros subordinados, ambos los indígenas y los de origen senegalense, llegaron a un punto que los llevó a atrocidades raciales en ambos lados de la frontera con Senegal. Más de cien mil negros tuvieron que huir desde Mauritania mientras que una cantidad igual de moros huyeron desde Senegal. La frontera se cerró. Las elecciones proforma en el ´92 y el ´96 confirmaron la presidencia de Ould Taya. |
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En Guerguarat, Marruecos dejé a los Hurault, quienes necesitaban mi lugar para el guía que habían contratado y me uní a un grupo británico que viajaba en un camión Bedford de cinco toneladas.No contrataron un guía porque decidieron unirse a un grupo de alemanes que llevaba camiones a Gambia y confiar en aparatos GPS (sistema de posicionamiento global), para poder pasar el desierto hasta Nouakchott.
Despúes de innumerables registros policiacos y extensas formalidades en la frontera, finalmente llegamos a Nouadhibou al terminar la tarde y encontramos un campamento protegido para pasar nuestra primera noche en Mauritania.
Aquí estamos los siete despúes de un saludable desayuno justo antes de salir: Lee Thomas e Ian Townsend al frente, atrás, Steve Hibbert (dueño del camión), Peter Faulstroh, Emma Hibbert, Abdalaii (el gerente del campamento), yo y Nicky Dabbs.
Este interminable tren que trae mineral de hierro de Zouérat a 700 kms de distancia, fue una extraña visión en el medio de la nada; mientras retumbaba al pasar, levantaba un nube de polvo en su camino al puerto Nouadhibou.
Yo estaba encantado por la posibilidad de renovar la experiencia de un largo viaje através del desierto intransitado, la cual había disfrutado 30 años antes, cuando visité remotos lugares de perforaciones en el Sahara de Algeria.
A la izquierda, nos acercamos a a la plataforma petrolífera que taladró el pozo de descubrimiento en Nezla, poco antes que el petróleo saliera a borbotones en 1965; y a la derecha, el campamento de los trabajadores visto desde arriba de la plataforma.
Las vastas expansiones ilimitadas siempre me han fascinado. El mar abierto, el desierto vacío y la congelada blancura del lejano ártico, comparten una belleza que carece de distracciones, y son semejantes al vacío de la mediación. La contemplación de vastos espacios vacíos es hipnótica y puede llevar a un estado de trance donde la conciencia y el inconsciente se encuentran.
Un GPS es un magnífico instrumento. Cuesta sólo un par de cientos de dólares, no es más grande que un teléfono celular y sin embargo puede decirles exactamente en qué parte de la superfice de la tierra se encuentran, con una precisión de 10 metros. Puede darles la orientación de la brújula y la distancia al siguiente punto que deseen llegar; pero, desafortunadamente, no puede decirles si la arena es firme o no, ni tampoco si el camino está despejado o bloqueado por una hilera de dunas.
El viaje de Nouadhibou a Nouakchott puede relizarse fácilmente en un día y medio con un buen guía que conozca los últimos cambios de la arena y las mejores rutas a través del desierto. Nosotros atravesamos sin problemas con el GPS pero nos tomó cinco días y cuatro acampadas para hacerlo.
La fotografía muestra nuestro primer campamento en Baie du Lévrier a sólo 55 km de Noadhibou. Los alemanes estaban manejanando tres camiones, un bus, una camioneta Peugeot y un Mercedes de cuatro ruedas. Pueden ver la parte verde superior de nuestro camión atrás de ellos.
Correr a campo traviesa por el desierto es maravilloso cuando la arena es firme, pero en muchos lugares las recientes acumulaciones aún están suaves y es casi imposible pasar. El Bedford de varias velocidades y tracción en las cuatro llantas tenía poder de sobra, pero su peso lo hizo hundirse frecuentemente.
El Mercedes de tracción en las cuatro ruedas tenía la menor dificultad de los siete vehículos en nuestro convoy, es más, nunca se atascó. El segundo mejor era el Peugeot, seguido por los tres camiones. El bus y el Bebford realmente tuvieron dificultades.
Las dunas de arena como ésta constantemente cambian de un lugar a otro, así que es difícil decir dónde está dura la arena y dónde no.
Este viaje fue gratificante para mí, no solamente porque me encanta el desierto, sino también porque me dio la oportunidad de observar cómo el desarrollar un papel puede convertirse en un estereotipo entre los miembros de un pequeño grupo que está aislado de influencias externas.
Una tormenta de arena.
En este caso, el grupo había estado viajando por varias semanas en Francia, España y Marruecos antes de llegar aquí. Era autosuficiente, tenía tiendas para acampar y cocinaba su propia comida. Estaba organizado como un grupo de scouts con un Scout Líder, que resultó ser Emma, la esposa de Steve. Ella estableció las reglas, como lavar nuestras manos con desinfectante Dettol antes de cada comida, no comer helado para evitar envenamiento, etc...
Un pocas horas despúes en la misma tormenta de arena. De vez en cuando, algunos camiones que iban delante de nosotros apenas podían verse através de la arena.
Steve no interfirió con el papel de líder Scout que su esposa tenía, parecía como si ni cuenta se diera. Nicky la apoyaba activamente y era gratificada verbalmente por eso varias veces al día. Su papel de transmitir los deseos del líder Scout le dio un grado de autoridad que probablemente no hubiera conseguido por sí sola.
Nuestro segundo campamento fue a solamente 80 kms del primero. De acuerdo con nuestra longitud y latitud, debíamos estar supuestamente cerca de un lugar llamado Bir el Gareb, pero yo no vi nada que se pareciera a un pozo (Bir quiere decir pozo).
Los dos grupos usaron el mismo campamento, pero cada uno cocinó su propia comida y se mantuvo bastante aislado, a excepción de Peter que hablaba alemán y era dueño del GPS. Él pasó la mayor parte de su tiempo conduciendo en el Mercedes con Klaus quien también tenía un GPS. Juntos, ellos decidieron sobre la ruta a seguir. Ese distanciamiento del grupo scout probablemente lo salvó de desarrollar un papel.
Atrapados otra vez.
Ian y Lee, los hombres de menos jerarquía en el tótem de nuestra organización, aceptaron de mala gana el papel que se les había impuesto y escogieron obedecer en vez de cuestionar las órdenes del líder Scout, aún cuando no tuvieran mucho sentido; por ejemplo, el limpiar la arena de los casilleros durante una tormenta de arena.
Más espacio vacío.
Debido a que mi idioma natal era el francés, el líder Scout me solicitó que fuera su intérprete en un par de ocasiones cuando tenía que tratar con las autoridades locales; pero cada vez me hacía a un lado, tomaba control y terminaba el trabajo ella misma aún cuando no entendía realmente lo que decían los oficiales. Comprendí que se me había atribuído una posición sin importancia en el tótem de nuestra organización, y decidí tomar mi distancia para evitar quedar atrapado en el papel que se me pidió realizar.
Y más trampas de arena.
Pienso que jugar un papel es normal. Todos lo hacemos en la vida diaria, pero tenemos varios papeles que desempeñar. Todos podemos ser dominantes o sumisos, serios o bufones, de acuerdo con las circunstancias. A manera que cambiamos entre estos papeles y muchos otros más durante el día, no nos damos cuenta que estamos desempeñando un papel. Precisamente porque no estamos atrapados en uno sólo.
Creo que hay un multitud dentro de cada uno de nosotros y que cada uno de los miembros de esa multitud tiene derecho a ser escuchado. Cada uno merece jugar su "papel" en el escenario de la vida. Los papeles son desempeñados para beneficio de la audiencia que nos rodea, quienes generalmente pueden aceptar y entender solamente uno de nuestros papeles a la vez. Si el ambiente que construimos a nuestro alrededor es homogéneamente estrecho o pluralista y polícromo, es lo que hace toda la diferencia en el mundo de la supervivencia de nuestra multitud personal.
Nuestro tercer campamento fue en alguna parte al sur de un lugar llamado Chami. Viajamos 136 kms. ese día.
Este viaje através del desierto en el microcosmo de un pequeño grupo aislado, me dio oportunidad de ver una vez más cómo la presión social limita la expresión de nuestra multitud interna. Estoy seguro de que Emma, Nicky, Ian y Lee, tienen más papeles a su disposición que los que decidieron explotar o aceptar durante el viaje.
Esta es una verdad para todos, dondequiera que estemos, la presión social nos forza a limitar el número de papeles que escogemos representar, con el desafortunado resultado que partes de nuestra realidad no puedan expresarse.
Nuestro amigos alemanes tuvieron la brillante idea de abastecerse de cerveza y vino, y nos invitaron a disfrutarla junto a ellos. Nosostros, agradecidos, aceptamos su generosidad y sacamos nuestras reservas para compartir una comida juntos (la única en 5 días).
Más espacio vacío.
Lo maravilloso acerca de un terreno desolado es que no presenta limitaciones para divagar en ideas libremente, todas ellas se convierten en posibilidades siempre y cuando no se tomen en serio como "Verdades".
Finalmente, llegamos a la costa Atlántica. El cruzar este desierto era casi terminado y pronto, las influencias externas posiblemente traigan variedad al escenario estereotipado en el que el grupo se involucró.
El plan original había sido atravesar Nouamghar para evitar el pago de las multas en el Parque Nacional Band d´Argouin. La intención era continuar al sur, más allá de la latitud de Nouamghar antes de girar al oeste hacia la costa, pero fuimos detenidos por una hilera de dunas que iba de este a oeste, que nos forzaron venir en esta dirección.
Los alemanes pagaron sin decir una palabra, pero nuestro líder Scout se molesto y comenzó a amonestar a los oficiales mauritanios. Afortunadamente, su esposo la calmó antes que nos metiera en problemas. Nosotros pagamos y se nos permitió continuar hacia Nouakchott.
Ésta es una última toma del grupo a la orilla del mar en nuestro camino a Nouakchott donde llegamos a las 4:00 pm. Yo estaba agradecido por el viaje, pero feliz de estar solo nuevamente. Me fui a la posada de juventud local y ellos se fueron a acampar.
Existe un gran mercado cerca del centro y la magnífica Mezquita Saudi es un edificio muy atractivo. Desafortunadamente, el Museo Nacional, que tiene la reputación de ser algo que vale la pena ver, estaba cerrado cuando yo estuve ahí. Encontré un cyber-café y pasé toda la tarde poniendome al día en la correspondencia de mi correo electrónico. La ciudad fue creada hace menos de 40 años, así que no es de sorprenderse que no haya nada más que ver en ese lugar. Desde su creación, la desertificación ha alcanzado los suburbios y las hordes nómadas han sido obligadas a trasladarse dentro de los barrios de la ciudad debido a las sequías.
Estos mauritanos negros cambiadores de dinero y me invitaron a compartir su comida de pescado y arroz mientras esperaba a que abrieran la frontera durante el almuerzo.
La oficina de la frontera mauritana finalmente abrió. Despúes de sellar mi pasaporte, un oficial uniformado me llevó a un pequeño cuarto donde me preguntó qué tenía para el. Recordando una anécdota que leí en alguna parte, inmediatamente agarre su mano y la apreté diciéndole que lo único que tenía para él era un sincero apretón de manos. Él estaba tan atónito que tuve tiempo de escabullirme del cuarto y caminar hacia el transbordador a Senegal antes de que pudiera reaccionar. Tuve suerte una vez más y él no vino tras de mí. Deberían intentarlo alguna vez, pero no me culpen a mí si no les funciona, puede ser que no tengan tan buena suerte como yo.