Capital: Damasco
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Alrededor de 2500 años a.C, las tribus semitas que inmigraban desde el desierto de Arabia ocuparon el norte de Siria donde se conocieron como los amoritas (los occidentales). Del 2000 al 1800 a.C, los amoritas establecieron una multitud de pequeños principados sobre la mayoría de Mesopotamia antes de expansionarse hacia el occidente, hasta el delta del Nilo donde fundaron el reino de Hicsos hacia el año 1700 a.C. Finalmente Ahmosis I, quien fundó la 18ava. Dinastía egipcia los expulsó alrededor del 1550 a.C. Siria fue entonces exitosamente dominada por los hurritas, por los mitanni de la misma familia, por los hititas de Anatolia, por los asirios y finalmente por tribus arameas cuya lengua, el Arameo, se convirtió en la lengua franca de la media luna fértil durante siglos, sobreviviendo a la invasión de influencias persas, griegas y romanas antes de ser sustituido por el Árabe en el siglo VII d.C. En el año 661, Damasco se convirtió en la capital de la primera gran dinastía musulmana de los umayadas cuyos ejércitos conquistaron África del Norte y España en el occidente y las tierras hasta la India. La corrupción provocó que fueran reemplazados por los abásidas que trasladaron la capital a Bagdad en el año 750 y además extendieron el Islam hacia el Este. El siguiente momento de gloria llegó en 1190 cuando el kurdo Saladino derrotó a los cruzados invasores para fundar la dinastía Ayúbida que gobernó el Imperio Musulmán desde Egipto hasta 1260. Luego vinieron los mamelucos, los mongoles, el Imperio Otomano en 1516 y, en 1920, los franceses que se aferraron fuertemente a ella hasta 1945. |
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Desde Baalbek tomé un microbús a Chtaura, un taxi de servicio a través de la frontera hasta Damasco y un taxi local para llegar a la Place Des Martyrs que marca el centro de la capital. La ciudad vieja, que en realidad merece ser visitada, está sólo a una corta distancia al sur de aquí.
Me quedé aquí en el Hotel Najmet Ash-Sharq, a una cuadra de la Place Des Martyrs, donde conseguí una habitación muy agradable con baño por 10 $US.
Por supuesto, lo primero que hice después de soltar mi mochila fue irme a deambular por las calles vecinas para sentir el lugar. Había estado aquí antes pero fue hace tanto (1966), que no recordaba mucho excepto el colorido souq (mercado).
El área alrededor de la Place Des Martyrs, como este pequeño mercado, es sorprendentemente sencilla y agradable para estar en el centro de la ciudad.
Aún en la misma área, este sonriente tendero no puso objeción de que tomara una foto a su brillante mercancía de cobre.
Los amigables hermanos, Emad y Ayman Marsa, manejaban un café Internet cercano.
Una vez más yo estaba complacido de ver que el deber moral de hospitalidad hacia los extranjeros es muy real en el mundo islámico. He notado una y otra vez desde Marruecos hasta Kazakstán que los musulmanes han sido mucho más amistosos conmigo de lo que nosotros los occidentales lo somos con ellos o incluso más de lo que lo somos entre nosotros. Condeno su actitud hacia las mujeres, pero como hombre, me ha parecido mucho más seguro viajar en la parte musulmana del norte de África Occidental, que en la parte cristiana del sur.
Sé que algunos de ustedes me tildarán de tener prejuicios religiosos por escribir esto pero yo sólo lo estoy diciendo como lo veo. Yo no tomo partido, personalmente no creo en ninguna religión.
Hubo un asentamiento urbano en el lugar de Damasco desde hace 5000 años a.C. pero lo que más le dio fama a la ciudad fue su papel como capital de la dinastía umayada que fue responsable de la expansión del Islam hacia el occidente al Atlántico y hacia el oriente al valle del Indus.
El califa umayada Aloilid ben Abdulmalek construyó esta gran mezquita en el año 705 sobre una catedral bizantina que había ocupado el sitio de un templo romano dedicado a Júpiter.
Aquí tenemos otra vista del minarete occidental de la gran mezquita umayada. Esta foto, la anterior y las dos siguientes todas son composiciones que tuve que montar a partir de dos fotos ya que mi cámara no tiene lentes granangulares.
Esta es la mezquita con su cúpula de 45 metros de altura en el lado sur del patio.
Y aquí está el minarete de Al-Arous sobre la columnata que forma el lado norte del patio.
Uno de los varios pequeños cuartos dentro de la mezquita. Éste alberga la muy reverenciada cabeza de Al Hussein (un santo musulmán).
Y finalmente, el enorme hall principal de la mezquita. A la izquierda, el altar del profeta Yahya bajo la cúpula.
El lugar más sagrado de la mezquita es el nicho del mihrab en la pared al lado del minbar, desde donde se dicen las oraciones arriba de las escaleras.
La ciudad vieja alrededor de la mezquita es un laberinto de pasajes angostos y callejones que vale la pena explorar. Esta parte de Damasco no ha cambiado durante los 38 años que han pasado desde mi última visita. Aquí vemos una tienda de antigüedades y abajo, dos calles típicas.
Realmente disfruté el par de horas que pasé en el hammam de Nureddine al recibir vapor y al ser bañado, mimado y masajeado por expertos. Este es el cuarto de descanso donde los hombres envueltos en enormes batas de baño se relajan antes de salir a darle la cara al duro mundo exterior.
Los trenes que partían de la estación de Hejaz, cuando fue construida por los turcos otomanos en el siglo XIX, llevaban peregrinos hasta la Meca pero ahora sólo van hasta Amman en Jordania. La mayoría de los trenes usan la estación de Khaddam ubicada, inconvenientemente, 5 kms al sur-occidente de la ciudad.
La Universidad de Damasco es otro monumento importante en el camino entre la mezquita umayada y el Museo Nacional.
Es un deber para cualquier visitante de Damasco pasar unas cuantas horas en el Museo Nacional. No se permitía tomar fotos adentro así que todo lo que puedo mostrarles es la fachada que es la entrada reubicada de una fortaleza del desierto cerca de Palmira.
Nadie me impidió tomar una foto de este león en el jardín del museo pero no puedo decirles de donde viene porque no lo anoté.
No obstante, puedo asegurarles que la mezquita grande que está detrás, la de Takiyya Ash-Suleimaniyya, y el cercano museo militar son ambos dignos de una visita.