Gran parte de la llamada "media luna fértil" se ve bastante seca como esta zona desértica en el camino entre Damasco y el oasis de Palmira.
Sharia Al-Quwatli, la calle principal de Palmira, hace un par de décadas era sólo un camino de tierra antes de que los turistas comenzaran a interesarse en las cercanas ruinas del siglo II.
El oasis llamado Afqa fue un pueblo asirio de parada de caravanas durante 1000 años, antes de que se convirtiera en un importante puesto de avanzada griego. Después de que Roma invadióa Siria en el siglo I, Tadmor (ciudad de los árboles de dátil), prosperó a medida que sus caravanas de camellos extendían el comercio romano hacia el Tigris y el Éufrates, al Este.
En el año 266 d.C, la ambiciosa reina Zenobia tomó control de gran parte de Siria hasta que Aureliano derrotó sus ejércitos en el 271 y arrasó su capital dos años más tarde. El muro en la foto era parte de las defensas de Tadmor en épocas de Zenobia.
Alrededor del 295, Diocleciano instaló un campamento romano cerca y Palmira (ciudad de las palmas) entró en declive. Cayó ante los musulmanes en el 634 y fue completamente destruida por un terremoto en 1089. Mucho más tarde, los árabes construyeron el fuerte "Qala'at ibn Maan" que puede verse en la cima al fondo.
Después de cruzar el muro de Zenobia, uno llega al templo de Baal Shamin a lado del costoso Hotel Zenobia dentro del emplazamiento (Yo me quedé en el más modesto hotel Baal Shamin, en la ciudad).
Más al sur se sitúa este gran arco en el extremo oriental de una avenida de columnas de un kilómetro de largo que fue el centro de Palmira.
Al occidente del arco, pasando los vestigios de los baños de Diocleciano y de un pequeño templo, uno se encuentra con el teatro romano, muy bien conservado, que se muestra en esta panorámica montada con tres fotos diferentes.
Aún más al Occidente se sitúa este tetrapilón en un cruce de caminos que conduce hacia el Sur, al ágora (mercado) y al Norte, al templo de Baal Shamin, mostrado arriba.
Esta es el ágora (mercado).
La avenida de columnas continúa al Occidente hasta los restos del campamento de Diocleciano y el castillo árabe de la cumbre.
Aquí tenemos otra vista de la columnata.
A lo lejos, pasando el campamento romano, se ubican estas extrañas torres funerarias en la colina de Yemliko. Yo no fui hasta tan lejos. La foto tiene grano porque fue ampliada de una pequeña parte de una foto a larga distancia.
Al este del arco mostrado arriba, está situada la joya de Palmira, un gran complejo de un templo dedicado al dios Bel. Este modelo en el museo local muestra como debió lucir cuando estaba intacto.
El amplio recinto de 200 m por 200 m era demasiado grande para tomarlo sin lentes granangulares así que monté esta panorámica a partir de dos fotos distintas.
Una alta y techada columnata doble pasaba por todo el trayecto alrededor de los muros en el interior del complejo.
Y en el centro estaba este gran templo clásico. Su peristilo y la mayoría de sus columnatas ya no existen pero todavía está el santuario.
Y también está parte de la columnata en el costado (oriental) de atrás.
En el interior, el santuario tiene dos altares en sus extremos norte y sur. Por supuesto, el techo desapareció hace mucho tiempo.
Abajo a la izquierda, una foto mía en la entrada del santuario y a la derecha, una foto con Mohamed Ahmed, el destacado joven propietario del Hotel Baal Shamin. Digo destacado porque me impresionó su inteligencia poco usual y disfruté sus sabios pero sencillos comentarios sobre la vida y asuntos internacionales.
Y finalmente, antes de trasladarme a Hama, aquí tenemos una foto de unos alegres niños frente al Museo de Palmira.