Acogida
Relatos
Notas sobre los kurdos
Los 25 millones de kurdos constituyen el cuarto grupo étnico más
grande en el Medio Oriente pero no tienen un país propio. Ellos son la nación
más grande del mundo sin un territorio propio. Alrededor del 45% vive en Turquía,
el 30% vive en Irán, el 20% vive en Irak y el 5% vive en Siria. Otros 5 millones
están distribuidos en países tales como Armenia, Georgia, Azerbaiján,
Alemania, Suecia, Francia y los Estados Unidos. Representan entre el 60 y el 100 porciento
de la población en la zona gris oscura en el mapa de abajo. Han estado luchando
por siglos para recuperar el control sobre sus territorios ancestrales y por convertirse
en una nación respetada entre las naciones. Los Kurdos que luchan por la independencia
son llamados peshmerga (los que enfrentan la muerte).
Hacia el 2500 a.C la civilización autóctona de los Hattis surgió en Anatolia central. Alrededor del 2000 a.C., las primeras tribus de habla indoeuropea empezaron a llegar en pequeñas cantidades y se convirtieron en la aristocracia de ciudades estado y reinos como el de los Hititas, los Mittanni y los Urartu. Los hititas tomaron el poder sobre la capital Hatti de Hattusas en Anatolia y los Mittanis se asentaron en Kurdistán donde fueron influenciados por los nativos Hurritas en varios campos. Los Mittanis parecen haber sido un pueblo indio y no iranio. Su panteón, que incluye nombres como Indra, Varuna, Suriya y Nasatya es típicamente indio. Los Mittanis pueden haber introducido durante este antiguo período algunas de las tradiciones indias que parecen manifestarse en la religión Kurda del Yazdanismo. Hacia el 1200 a.C., el goteo de tribus indoeuropeas se convirtió en un torrente. El norte fue colonizado por los Haiks, que se convirtieron en los Armenios, mientras que el resto de las montañas fueron colonizadas por diferentes iranios como los medos, persas, scytios, sarmatians y sagartios. Para el 850 a.C., los últimos estados hurritas se habían extinguido por estos invasores arios que tuvieron, con tiempo, éxito al cambiar el idioma de la gente de Kurdistán, así como su estructura genética. Para el siglo III a.C., la arianización de los hurritas originales estaba completa. Las tribus de la montaña y los reinos independientes resultantes fueron conocidos en griego como "Kurti" o "Carduchi". Los reinos kurdos más grandes del Occidente se desintegraron gradualmente antes del poderío romano y bizantino pero sobrevivieron en el Oriente hasta el advenimiento del imperio Persa Sasanio en el siglo III d. C. La última gran dinastía Kurda, los Kayosids, cayó en el 380 d.C. Los principados kurdos más pequeños, llamados los Kotyar lograron preservar su existencia autónoma hasta que con la llegada del Islam reemplazaron a los sasánidas por el califato Musulmán cerca del 650 d.C. Los árabes se establecieron entre los Kurdos y se mezclaron con ellos, que abandonaron su antigua religión del Yazdanismo por el Islam Emergieron dinastías locales kurdas como los shadadids del Cáucaso y Armenia, los rawadids de Azerbaiján, los marwandis de Anatolia oriental; los hasanwayhids, fadhilwayhids y ayyarids de Zagros central y los shabankara de Fars y Kirman. Hacia 1050, las tribus nómadas turcas Seljuk del norte del mar Aral emprendieron su expansión, finalmente dominando a Irán, Irak y Turquía así como vastos territorios en Asia central. Los Seljuks invadieron los estados kurdos, derrotaron a los bizantinos en Manzikert en 1071 y establecieron una capital provincial en Iznik no muy lejos de la aún independiente Constantinopla. Las cruzadas y la invasión mongola en 1220 resquebrajó el imperio Seldjuk en varios reinos turcos uno de los cuales (Osman) estaba destinado a conquistar Constantinopla en 1453 y a convertirse en el imperio Otomano. Mientras tanto, después de soportar la ocupación mongola y sobrevivir a los estragos de Tamerlane, Persia emprendió su renacimiento bajo los safavids alrededor de 1500. Su imperio en expansión entró en el territorio otomano en las montañas de Zagros donde los pequeños principados kurdos que se las habían arreglado para sobrevivir fueron devastados tanto por los turcos otomanos como por los persas safavids. Después de la derrota de los otomanos en la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Sevres había previsto un estado independiente para los kurdos en la antigua Kurdistán otomana pero Gran Bretaña y Francia se arreglaron y el Tratado de Lausana de 1923 dividió el territorio kurdo entre Turquía, Siria e Irak (donde se había descubierto el petróleo). Los levantamientos de los kurdos de Irán en los 20s y de Turquía en 1925 y 1930 fueron sofocados por la fuerza. En Turquía, principalmente en el sureste de Turquía, a mediados de los 80s estallaron las luchas entre las fuerzas del gobierno y la guerrilla del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), que se estableció en 1984. El PKK también estuvo comprometido en ataques terroristas. En 1992 el gobierno turco montó de nuevo un ataque concertado sobre su minoría kurda, matando a más de 20,000 personas y creando unos dos millones de refugiados. En 1995, Turquía hizo una campaña militar contra los campamentos base del PKK al norte de Irak y en 1999 capturó al líder guerrillero Abdullah Ocalan, que posteriormente fue condenado a muerte. Se cree que han muerto de 23.000–30.000 en esta guerra de 15 años. El partido legal de la Democracia del Pueblo es actualmente la principal voz civil del nacionalismo kurdo en Turquía. El PKK anunció en febrero de 2000 que ellos cesarían sus ataques, pero el arresto el mismo mes de los alcaldes kurdos de Diyarbakir y otros pueblos bajo los cargos de ayudar a los rebeldes amenazó con reavivar el descontento. También hubo enfrentamientos en los 90s entre los kurdos de Turquía e Irak. Después del derrocamiento de la monarquía iraquí en 1958, la agitación en 1960 entre Iraquíes kurdos por un Kurdistán unificado y autónomo condujo a una prolongada guerra entre las tropas iraquíes y los kurdos bajo el mando de Mustafá al- Barzani. En 1970, Irak. finalmente prometió un autogobierno local a los kurdos, con la ciudad de Erbil como capital del área kurda, pero los kurdos solicitaron que el importante centro petrolero de Kirkuk fuera incluido en la autónoma región kurda. En 1974 el gobierno Iraquí intentó imponer su proyecto de una autonomía limitada para Kurdistán. Éste fue rechazado por los kurdos y una fuerte lucha estalló. Después del establecimiento de una República Islámica en Irán (1979), el gobierno de allá lanzó una campaña criminal contra sus habitantes kurdos y también un programa especial para asesinar a los líderes kurdos. Los ataques Iraquíes sobre los kurdos continuaron a lo largo de la guerra Irán-Irák (1980–88), culminando en 1988 con los ataques de gas venenoso sobre aldeas kurdas para sofocar la resistencia y con las redadas y la ejecución de hombres kurdos. Todo esto dio lugar a la muerte de unos 200,000 kurdos sólo en ese año. Con el final de la Guerra del Golfo Pérsico (1991), otro levantamiento contra el gobierno iraquí fue aplastado por las fuerzas iraquíes; cerca de 500,000 kurdos huyeron a la frontera turco-iraquí y más de un millón huyeron a Irán. Miles de kurdos retornaron a sus hogares posteriormente bajo la protección de la ONU. En 1992 los kurdos establecieron una “región autónoma” en el norte de Irak pero se dividieron en dos grupos opuestos, el Partido Democrático Kurdistaní y la Unión Patriótica de Kurdistán, los cuales se vieron envueltos en enfrentamientos esporádicos. En 1999 los dos grupos acordaron terminar las hostilidades. Continuará... Referencias Internet: |
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