Capital: Abidjan
Area: 322 462 km˛ Población: 14 015 000 Divisa: 1 US$ = 600 CFA PIB: 132/1 668$ IDH : 145/368 CPI : 59/3.1 Idiomas: Francés, fon, Yoruba, Somka, Dendi, Bariba, Goun, Adja, Pila-pila Etnias: Akan, Kru, Voltaico, Malinké Mande, Libano Religiones: Animista 60%, Musulmana 20%, Cristiana 20% C del E: Henri Konan-Bédié ‘93 datos de1996 |
El pueblo Kru emigró de la parte este de Liberia en el siglo XV, en el tiempo en que los portugueses negociaban marfil y esclavos en la costa. En el siglo XVI, los Senoufo y Lubi se integraron desde el norte (Burkina Faso & Mali). En los siglos XVIII y XIX, los Malinké vinieron del noroeste (Guinea) y los Akan Baoulé llegaron del este (Ghana). En los años 1830 los franceses firmaron tratados con gobernadores costeños y la Costa de Marfil se estableció como colonia en 1893, después de una larga guerra con el jefe de los Mandika, Samory Touré. En 1944, Félix Houphouët-Boigny, un jefe Baule, granjero y doctor, fundó una unión de granjeros africanos de donde surgió el Partido Democrático de la Costa de Marfil, PDCI, quienes muy pronto se aliaron con la Asamblea Marxista Democrática Africana, RDA (por sus siglas en francés).. Houphouët-Boigny se convirtió en el primer presidente del país, después de la independencia en 1960. Él gobernó con mano de hierro hasta su muerte a la edad de 88 años y le sucedió en 1993 un Baoulé de su elección, Henri Konan-Bédié, quien fue confirmado por las elecciones de 1995. |
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Los diferentes distritos de Abidjan están separados por los brazos de la laguna, lo cual lo hace uno de los mejores puertos en el oeste de África, gracias al canal Vridi que proporciona acceso al océano. El puente Charles de Gaule que se ve aquí, separa el rascacielos donde está el centro de negocios llamado "Le Plateau", que se encuentra a la izquierda de Treichville y Marcory en el sur, lugar donde viven los trabajadores. Treichville es reconocido por su mercado tan ocupado y la salvaje vida nocturna que se disfruta mucho mejor en grupo que a solas.
Abidjan tiene modernas autopistas de seis carriles para movilizar a su población de casi 3 millones de personas; sin embargo, generalmente hay un embotellamiento de tráfico en el centro de negocios de Le Plateau, como se aprecia aquí en la avenida Delafosse donde se encuentran dos bancos principales.
Durante el apogeo de Abidjan, se hicieron grandes fortunas, algunas de ellas a través de un arduo trabajo honesto y otras por medio de la corrupción. La baja puntuación de 3.1 de una escala de 10 en el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) de la Costa de Marfil en 1998, publicada por Transparency International, refleja el juicio de muchas personas de negocios que testifican de acuerdo a su experiencia en el país para las cuatro encuestas independientes que establecieron esta puntuación.
Este es el famoso "Hôtel Ivoire" (Hotel Marfil) en el distrito residencial Cocody de la clase alta, al oeste de Le Plateau. Este hotel de 750 habitaciones lo tiene todo, pista de patinaje sobre hielo, área de boliche, siete canchas de tenis, sala de cine, casino, una lujosa tienda de abarrotes y una grande tienda de arte.
Cocody y Le Plateau están bien custodiados por la policía y son relativamente seguros comparados con los otros distritos de Abidjan. Hace unos cuantos años, Abidjan fue una de las ciudades más peligrosas de África, junto con Lagos y Johannesburgo. La situación ha mejorado después de una campaña por el brutal uso de la ley, la cual incluía el pago de una recompensa para eliminar conocidos criminales (sin ningun juicio).
La Costa de Marfil tiene dos de las catedrales católicas más grandes del mundo, aún cuando solamente uno de cada diez costeños es católico. Así funciona el poder.....donde no hay oposición.
Después de la independencia, Houphouët-Boigny, quien reinó con mano de hierro por más de dos décadas antes de morir en 1993, fue galardonado por lo franceses con gratificaciones generosas y asistencia técnica por haber bloqueado el proyecto de Senghor de formar un Federación del Oeste de África. La comunidad francesa creció de 10 000 a 50 000, la mayoría de ellos eran maestros y consejeros, y la política de Boigny de colaboración con el poder colonial anterior pagó muy bien, ya que n la Costa de Marfil disfrutó la tasa de crecimiento más alta (10%) en África durante los años 60 y 70 (excluyendo los países exportadores de petróleo). La recesión mundial y una severa sequía a principios de los años 80 trajó la economía a una paralización, con un crecimiento anual de menos de la mitad de un percentil desde 1985 hasta 1995; pero ahora, las cosas están mejorando nuevamente.
Aquí está Louis Varre frente al Hotel Le Stop, el cual administra para Oswald Loosli a quien conocí en Conakry. Por una interesante coincidencia, resultó que Louis era n cuñado de René-Yvon Brancart, un servidor civil costeño de alto rango que yo había conocido aquí por cuestión de negocios 27 años antes.
Fue un verdadero gozo y placer el poder ver a René-Yvon después de tanto tiempo. Teníamos mucho qué conversar sobre el curso de los eventos durante estos años, así que los tres salimos al pueblo y nos divertimos hasta altas horas de la mañana (¡yo dormí casi todo el día siguiente!).
Después de recuperarme de mi exceso nocturno, tomé un taxi en la autoruta que no estaba muy lejos de mi hotel, para viajar un día a Grand Bassam, la cual había sido la capital durante los primeros años de la colonia.
Las máscaras y piezas de madera tallada de alta calidad, junto con joyería de oro y textiles son las especialidades que no pueden perderse los visitantes de la Costa de Marfil. Esta tienda de turistas en Grand Bassam era cara pero tenía unas piezas magníficas con calidad de museo.
Grand Bassam es ahora solamente una reliquia nostálgica de su apogeo como la capital de la colonia de fines del siglo XIX.
La mayor parte de la ciudad está acabada y deteriorada, pero algunos de sus mejores edificios se han mantenido como atracciones turísticas.
Es natural que donde se reúnen los turistas, también hay tiendas de recuerdos, como ésta, que estaba en el camino que tomé para regresar a Abidjan.
Cuando llegó el momento de tener que trasladarme al interior del país, me las arreglé para tener quién me acompañara a la terminal de buses de Adjamé, la cual tiene la reputación de ser peligrosa para viajeros solitarios, incluso en horas del día. Por supuesto, la suerte y la compañía no permitieron que tuviera problemas en abordar un gran autobús hacia Yamoussoukro.
Ésta es la increíble Basílica de Nuestra Señora de la Paz, construida por Houphouët-Boigny para recompensar a Yamoussoukro por ser el lugar de nacimiento del "Padre de la Nación". La imitaron de gran manera de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la construyeron en tres años con un costo de más de 300 millones de dólares del fondo del estado.
La mezquita de Yamoussoukro también la construyeron con fondos del estado; posiblemente para apaciguar al 20 por ciento de la población musulmana debido a las grandes cantidades de dinero invertidas en la Basílica y en el Palacio Nacional cercano, en donde está sepultado ahora el gran líder.
Los grandiosos monumentos de Boigny no son productivos, son costosos de mantener y se mantienen como entidades extranjeras en esta ciudad de África; pero reciben poca crítica del pueblo que parece aceptar que sus líderes tienen dificultad en distinguir entre fondos públicos y sus propias pertenencias.
Un caballero con quien discutí acerca de la Basílica finalmente admitió que el dinero pudo invertirse mejor en carreteras, hospitales y escuelas; pero replicaba que "el viejo hombre era una persona muy generosa por haber construido muchas cabañas de concreto para reemplazar los ranchos de paja de los campesinos". Evidentemente, él no veía la diferencia tampoco.
Un día fue suficiente para visitar todo lo que podía ofrecer Yamoussoukro. A la derecha, atravesando la laguna, pueden ver la Posada Akwaba (Bienvenido) donde me quedé y me fui al día siguiente para ir en microbús a Korhogo que se encuentra más al norte.
En el Hotel del Centro tuve una habitación bonita con baño privado por tan sólo siete dólares. Me sentí mucho más tranquilo en Korhogo que en Yamoussoukro, donde la evidencia del despilfarro total me puso los nervios de punta.
Me di cuenta que el pueblo Senoufo era muy amigable. Aquí estoy compartiendo un excelente pollo "kedjenou" y una cena "attiéké" con Moussa, dueña del "maquis" Moussa que recibe ese nombre por ella. La cerveza venía en botellas de un litro, era buena y barata.
El diseño de enrejado abierto del mercado proteje del sol y permite circular el aire.
La mayoría de gente Senoufo son animistas, sin embargo, aquí hay tanto una gran misión Católica como una Mezquita.
Los Senoufo son buenos artesanos, hacen textiles y piezas de hierro forjado, aunque su verdadera especialidad es tallar madera. Todo un distrito de la ciudad se dedica al tallado de madera. Pueden encontrarse esculturas Senoufo y máscaras en todo el oeste de África.
Tuve la buena fortuna de que me presentaran al artista Kolo Coulibaly, porque conocí en el autobús de Yamoussoukro a su primo Madou Coulibaly. Kolo viaja regularmente a Europa y algunas veces a los Estados Unidos para hacer dentro de la propiedad de sus clientes grandes esculturas que le han encargado, la mayoría de ellas son en iglesias de distintas denominaciones. Kolo es animista, pero cualquiera podría jurar que los magníficos Cristos crucificados que hace son inspirados por una profunda fe. Está recostado en su propio trabajo manual que representa un "calao" que es un ave mítica reverenciada como el protector de los hogares y los pueblos. Me hubiera encantado tenerla para el pasillo de entrada de mi casa, pero me hubiese costado más embarcarla que comprarla. Es por eso que Kolo viaja para realizar encomiendas.