Capital: Lima
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En mi opinión Perú es de lejos el país más interesante
de Sur América pero desafortunadamente no es el más atractivo para los
turistas por las siguientes razones:
¡Realmente esto es una pena ya que Perú tiene mucho para ofrecer! Allá sucedió la mayoría de la historia precolombina. Los museos y lugares arqueológicos de Perú revelan lo avanzado de las civilizaciones Pre-Incaicas que se remontan a más de 1000 años antes de Cristo. Geográficamente el país es bastante diverso y a menudo de una belleza deslumbrante como cuando uno va desde los desiertos costeros a través de los valles altos de los Andes cubiertos de nieve y baja al exuberante verdor de la Amazonía, al otro lado. Después de la conquista del Imperio Inca, los conquistadores fundaron Lima para reemplazar a la antigua capital de Cuzco. En 1570 se convirtió en la sede del Virreinato de Lima creado por España para gobernar todas sus poseciones en Sur América a excepción de Venezuela. Lima fue un centro de gran poder por casi dos siglos antes de la creación del Virreinato de la Nueva Granada que la separó de Colombia y Ecuador en 1739. Su importancia se redujo más adelante, en 1776, al perder lo que posteriormente serían Argentina, Paraguay y Uruguay por cuenta del recientemente creado Virreinato de La Plata. Atada a su pasado, la Lima conservadora fue liberada de España, no por los peruanos, sino por el General San Martín de Argentina en 1821 y por el Mariscal Sucre de Colombia en 1824. Más tarde, cuando decidió apoyar a Bolivia en la Guerra del Pacífico por el control de las minas de nitrato de Atacama, Perú fue derrotado contundentemente por Chile en 1883, perdiendo a Arica, en el proceso. Sin embargo recuperó su orgullo en 1941 al invadir a Ecuador que era más débil y anexando 200 000 kms cuadrados de sus tierras bajas. |
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La mayor parte de la costa ecuatoriana está cubierta por selva tropical. La costa Pacífica se vuelve más seca hacia el sur y después de la frontera con Perú, se convierte en un desierto que se extiende casi hasta Santiago de Chile. Este lugar, entre Piura y Chiclayo es llamado el desierto de Sechura.
Chiclayo es una ciudad moderna con poca historia o interés cultural. No obstante es un buen lugar para quedarse con el fin de visitar el Museo Brunning en el pueblo cercano de Lambayeque, que es más antiguo, y en el cual se conservan la mayoría de los artefactos descubiertos en 1987 en una tumba mochica intacta cerca de Sipán.
Realmente vale la pena hacer una visita a ese museo. El descubrimiento fue considerado tan importante que la revista de la National Geographic lo describió en su edición de octubre del 98 y presentó un segundo artículo sobre la civilización mochica de 2000 años de antiguedad, en su edición de junio de 1990.
Después de Chiclayo mis amigos se fueron al este y yo me fui para el sur a la hermosa ciudad colonial de Trujillo cuya Plaza de la Independencia se puede observar aquí.
Los bancos del río Moche, que desciende desde los andes hasta el Pacífico, han estado habitados en forma continua por 5000 años y se dice que poseen más de 2000 sitios arqueológicos. Los más importantes de estos son las ruinas de Chan Chan, del Siglo XIII, pertenecientes a la civilización chimú, 5 kms al occidente de Trujillo y dos Huacas Mochicas de 2500 años de antiguedad (montículos funerarios de ladrillo de adobe), 5 kms al oriente de la ciudad.
Conseguí una habitación con baño en el Hotel Sudamericano por 6$ la noche.
Chan Chan, la capital chimú, cubría un área de 36 kms cuadrados y tenía un área central de 6 kms cuadrados que contenía una docena de complejos habitacionales, llamados ciudadelas, rodeados por paredes de adobe de 30 pies de altura. Estas ciudadelas fueron la morada de las clases gobernantes y de su corte, cada soberano consecutivo construía su propia nueva ciudadela que era mantenida por sus descendientes como aquellas de los difuntos Incas que más tarde habría en Cuzco. Entre las ciudadelas y otras partes de la ciudad, hay grandes áreas de viviendas, áreas irrigadas y cementerios.
Cuando visité Chan Chan era víspera de Navidad y el lugar estaba completamente desolado a excepción de María y Cristina Díaz Arellano que estaban de visita con su tío Aristides quien me dijo que le alegraba que hubiera otro hombre con ellos porque las ruinas no eran seguras para los visitantes solitarios. Ellos fueron una agradable compañía y más tarde me mostraron la playa en Huanchaco.
Le prestamos atención especial a la ciudadela de Tschudi ya que las chicas tenían un mapa. Este es uno de los corredores que separan varias partes de la ciudadela. Parecian como laberintos.
En la parte norte estaba esta gran plaza ceremonial y varios patios más reducidos que conducían a unas áreas densamente construidas llenas de cuartos pequeños. La parte central tenía un patio de entrada más pequeño que conducía a varios espacios ocupados por bodegas. La parte sur era un área abierta con un vasto depósito y una gran plataforma funeraria.
Los arqueólogos le dirán que estos botes de junco llamados caballitos, son idénticos a aquellos usados por los pescadores mochicos hace 2500 años.
Mis amigos peruanos me advirtieron que no visitara solo esta pirámide mochica, pero ellos no pudieron venir por ser día de Navidad así que tuve que hacerlo solo.
Me hubiera gustado mucho escalar por todas partes y explorar estos monumentos de arcilla de 2500 años de antiguedad. Las bocas de los túneles que los huaqueros (saqueadores de tumbas) habían cavado hasta alcanzar los apocentos internos de la Huaca de la Luna eran bastante tentadoras, pero por prudencia preferí quedarme afuera, al aire libre, desde donde podría ver a alguien aproximándose desde la distancia.
Me encantó la visita y me maravillé de como estos ladrillos de barro habían podido durar tanto (no lluvia aqui), pero no me quedé. Sólo al día siguiente iba a darme cuenta de que mi temor había sido infundado ya que,en este país, todos estarían disfrutando de la cena de Navidad con su familia, ¡incluyendo algún potencial atracador!
El camino de Trujillo a Chimbote me recordó al Sahara pero con el Océano Pacífico a la derecha en lugar de los oasis ocasionales.
Chimbote es uno de los puertos más grandes de Perú (pescado, mineral de hierro y acero). La pesca, las plantas de procesamiento de pescado y las plantas de laminación de acero son las principales industrias aquí. El olor a pescado podrido es tan fuerte que incluso los más potentes vientos no lo logran disipar.
Aparte del olor no me interesé mucho por Chimbote ya que mis antenas psíquicas sensitivas me decían que yo no era bienvenido en ese lugar. Me alojé en el Hotel Los Angeles por solo 4 dólares la noche. Era un antro pero el gerente fue muy amable y me dijo que estuviera pendiente de los ladrones cuando salí a cenar. Nada pasó y regresé tarde después de tomarme unas pocas bebidas en el bar local.
Esa noche, alrededor de la 1 de la mañana, dos policías vestidos de civil tocaron a mi puerta solicitando revisar mi pasaporte. Les dije que esperaran a que me vistiera y consiguiera al gerente pues no abriría sin la presencia de un testigo. El gerente y su esposa vinieron, yo mostré mis documentos y los policías se fueron.
Hasta el día de hoy no he podido saber si eran policías de buena fe haciendo su trabajo, policías auténticos pero corruptos intentando hacer algún chanchullo o simplemente unos pillos. Creo que nunca lo sabré pero la experiencia me pone los pelos de punta al pensar en la seguridad personal en Perú.
La mañana siguente, tomé un bus hacia lo que resultaría ser uno de los momentos más memorables de mi aventura suramericana, el espectacular ascenso de 200 kms de este cañón hacia Caraz y Huaraz.
Fue sencillamente fabuloso, el escenario era fantástico y el camino era espeluznante aquí y allá.
El bus no paró así que tuve que poner mi mano fuera de la ventana y apuntar mi cámara lo mejor que pude sin mirar a través del visor. Yo le llamo a eso ¡disparar sin apuntar!
En un punto el camino estaba bloqueado por un deslizamiento de rocas y todos tuvimos que bajar para abrile camino al bus.
Perdimos un par de horas haciendo esto y para cuando terminamos, el bus que hacía la misma ruta pero en sentido contrario llegó. En lugar de intercambiar pasajeros con cada bus retornando al lugar de donde venía, los dos conductores insistieron en cruzar, a pesar del gran riesgo de desestabilizar la pila de rocas o ladearse hacia el cañón que aparece a la derecha en esta foto. Por supuesto que nadie, excepto los conductores, se atrevió a quedarse en los buses.¡Si uno es un conductor de bus en las montañas de Perú tiene que tener los cojones suficientes para todos sus pasajeros!
Había muchos túneles y la carretera en muchas partes había sido literalmente extraida de la pared del precipicio. Por cierto, un camino magnífico que hacía mantener los músculos del trasero muy tensos la mayor parte del tiempo ¡como se puede ver abajo!
Carbón blanco, uno de los recursos más abundantes en Perú.
Esta es la central hidroeléctrica de Huallanca en lo alto de los Andes que provee de energía a las industrias de Chimbote.
La Plaza de Armas de Carhuaz a 3000 metros de altura es un conveniente sitio de reunión para a los caminantes que cruzan la Cordillera Blanca por el Rastro de Quebrada Honda a los pies de Huascarán a 6768 metros.