Aquí está la famosa Khao San Road. Un paraíso único para mochileros en la congestionada y moderna Bangkok. Ésta es mi sexta visita aquí. La ví evolucionar de un vecindario económico a una atracción turística con alojamientos cómodos y no costosos como la casa de huéspedes D&D's donde pasé una semana antes de regresar a casa en Montreal.
Un conductor de tuk tuk buscando clientes. Los tuk tuks son los mismos que en Chiang Mai excepto que aquí sólo pueden ser abordados por el lado izquierdo.
D&D's es un hostal grande de siete pisos y su lobby siempre está así de concurrido. Los cuartos son pequeños pero económicos.
La piscina del techo es una gran ventaja especialmente ahora en abril a comienzos de la temporada caliente.
El desayuno buffet donde se puede comer todo lo que uno quiera está incluido en el precio de 20 US$ por noche.
Una variedad de puestos de comida bordean la calle aunque cada cuatro puertas hay un restaurante, café o bar. Esta señora está ofreciendo una porción generosa de "pad thai" (fideos fritos y chop suey) por 65 centavos US$ y le agrega un huevo a la mezcla por un adicional de 15 centavos US$.
La comida callejera en Tailandia es omnipresente, variada, deliciosa y barata.
Sangkron, el Año Nuevo tailandés es una festival delirante de una semana durante la cual la gente Thai normalmente educada y con buenos modales pierde toda la compostura y libera las frustraciones acumuladas del año anterior tirándose agua los unos a los otros.
Este pequeño grupo marchaba por la calle Khao San una semana antes del Sangkron pidiéndole a la gente ser razonables durante las festividades con el fín de ganar méritos.
Una fiesta salvage anual sin limites se practica en muchos países para despejar la atmósfera para otro año de comportamiento civilizado. El Carnaval de Río de Janeiro es muy útil para tener ocupados a los pobres de las favelas con sus escuelas de danzas y para permitirles dar rienda suelta a sus frustraciones una vez al año.
Era sólo un pequeño grupo pero captó la atención de todo el mundo y la excitación por la liberación emocional venidera de la guerra anual de agua era palpable.
Los carnavales donde se salpica agua son populares en muchos países con variaciones locales. En Santa Cruz, en Bolivia, esta forma de terapia colectiva ha llegado hasta el uso de pistolas de agua llenas de tinta pero algunas veces las pandillas usan pistolas reales con resultados mortales.
Mi vuelo a casa había sido reservado para el 10 de abril cinco meses antes así que desafortunadamente me perdí el Sangkron por pocos días.
¡Fue una pena perderme una oportundiad tan selecta de tomar fotos! Sin embargo mi amigo Roland me escribió diciendo que la colorida tradición había sido especialmente violenta, reclamando un total de cinco vidas en Tailandia este año.
El río Chao Phraya que pasa por Bangkok está en una llanura baja entrecruzada por canales llamados klongs donde se pueden ver varios mercados flotantes alrededor de la ciudad.
Paré en Tailanda durante mi trayecto de regreso de un viaje de negocios a China en 1973 y tomé muchas fotos del mercado flotante de Thonburi en los suburbios norteños de Bangkok.
Este año el mercado flotante de Damnoensaduak, unos cien kms al sur de la ciudad, había captado todo el comercio de los turistas así que fui a ver como era.
Los mismos botes ruidosos de cola larga llenos de turistas revuelven las tranquilas aguas de los klongs.
Aquí está otro cruzando a alta velocidad el bote donde yo estoy.
Yo no he vsito estos botes de cola larga en ninguna otra parte que no sea Tailandia. Son accionados por un gran motor y transmisión de automóvil conectado directamente a un largo eje con una hélice al final, de ahí el nombre de botes de cola larga.
Los klongs (canales) están dispuestos según un modelo geométrico regular y podrían llamarse calles de agua.
Los locales se desplazan en estos botes personales bien construidos.
Casas de varios estilos bordean los klongs como si efectivamente fueran calles de agua.
Aquí está otra casa de estilo tradicional.
Esta otra parece ser más moderna.
Todas están adornadas con flores.
El pueblo tailandés cree en toda clase de espíritus que deben ser invocados para evitar las catástrofes naturales como inundaciones, incendios, enfermedades, guerra, epidemias y otras. Los supersticiosos depositan obsequios simbólicos, unos cuantos granos de arroz crudo o cocinado, una flor, etc. sobre la mesa enfrente de este pequeño altar para sus espíritus favoritos. Ellos saben que la desaparición de sus ofrendas se debe a pájaros o roedores pero eso no disminuye su fe en lo sobrenatural.
La gente normalmente se transporta en botes en las fértiles llanuras que rodean Bangkok así que no sorprende que hagan sus compras en bote.
Conocí a estas encantadoras jóvenes chinas de Singapur cuando abordé un pequeño bote para tener una vista cercana de la actividad del mercado flotante.
No se puede negar, los mercados flotantes son una gran atracción por su variedad de gente pintoresca vendiendo todo tipo de delicias desde dulces mangos con arroz pegajoso ...
... hasta pasabocas de apariencia sabrosa, ...
...y elaboradas comidas,
todos vendidos con una sonrisa desde estos pequeños botes.
Era una tarde soleada y disfruté conociendo a estas hermosas turistas de Singapur. Yo prospero en la amigable compañía de muchachas jovenes como estas, ellas estimulan mi imaginación y mantienen jóven mi corazón.
¡ La vida es maravillosa!
De regreso a la calle Khao San disfruté mirando a los turistas que habían invadido el lugar. Cuando vine por primera vez hace quince años había menos extranjeros y la mayoría de ellos eran mochileros atraídos por los precios mínimos de los cuartos diminutos y penosos. La calidad de los alojamentos ha subido considerablemente desde entonces y también los precios. Ahora, los únicos tailandeses que se ven en esta calle están aquí para atender las necesidades y caprichos de los turistas.
Este mosaico pretende darles una idea de la marea humana que circula por este lugar. Observar a la gente para imaginar sus vidas y pensamientos es un gran deporte de día o de noche. ¡Con todas estas caras con las cuales conectarse, pueden imaginarse que están allá!
¡Observar a la gente desde la terraza de un café es un gran deporte pero desafortunadamente no es lo suficientemente extenuante como para quemar todas la calorías de la cerveza que se ha bebido lo cual es una parte integral de esa actividad!
Aquí tienen un vistazo del moderno aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok del cual volé a Tokio en mi trayecto de regreso a Montreal.