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Tailandia  (3 - febrero) alt

 

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Centro Cultural de CM

A mediados de febrero tuve la agradable sorpresa de una visita de mi sobrino Igor Ustinov con su esposa saudita Jehan en su camino de regreso a Ginebra después de un crucero de buceo en las Islas Andaman.

Sabiendo que podía ser un error, optamos por una salida a una cena especial en el muy promocionado Centro Cultural de Chiang Mai. Un microbus nos recogió en nuestros hoteles y nos dejó en un parqueadero grande en la entrada donde, debo admitir, había una linda fuente.


 

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Centro Cultural de CM

Nos las arreglamos para conseguir un lugar en primera fila y una silla para mí porque mis rodillas no son tan flexibles como las de Igor o Jehan.


 

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Centro Cultural de CM

La comida y el show fueron de categoría turista standard. No malos pero tampoco extraordinarios. Debía haber cientos de turistas en dos o tres grandes áreas como ésta al aire libre.


 

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Centro Cultural de CM

Tres grupos de seis chicas ejecutaban pasos elegantes en diferentes trajes típicos mientras comíamos...


 

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Centro Cultural de CM

...e invitaban al público a unirse a ellas. Esto siempre es bueno para terminar riéndose.

Luego, la multitud de turistas fue llevada a sus buses de manera organizada para regresar a sus respectivos hoteles.

Pedimos que nos dejaran en el mercado nocturno para tener una visión de esta otra atracción turística muy promocionada. Después de media hora de empujarnos entre multitudes de curiosos turistas nos fuimos calmadamente a casa con la sensación de haber cumplido con nuestro deber de turistas.


 

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Mae Sa

Al día siguiente nos recogió un microbus a las ocho de la mañana y nos trajo al campo de elefantes Mae Sa, unos 20 km al norte de la ciudad, justo a tiempo para alcanzar la sesión de baño de la mañana de los elefantes.

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A los elefantes les encanta chapucear en el río y ser restregados por su mahout (conductor de elefantes) personal. Este amigo de la izquierda se estaba divirtiendo mojando a los turistas espectadores y a ellos les encantaba. El último bañista estaba visiblemente reacio a dejar de jugar y empezar a trabajar para ganarse su sustento.

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Unos 40 elefantes desfilaron frente a más de 200 juiciosos turistas. Los elefantes son animales inteligentes, me pregunto que piensan de los turistas que los visitan cada día.

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Los troncos grandes frente a los recintos de los turistas están allí para hacer su experiencia más excitante al permitirles imaginar que necesitan protección de estos animales extremadamente domesticados.

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Los elefantes estaban muy bien entrenados y parecían sentir placer al mostrarnos lo que podían hacer.

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Me paré en la entrada entre un recinto de turistas a mi izquierda y otro a mi derecha así que pude seguir los actos de los dos shows que eran simultaneos.

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En mi opinión lo más destacado del espectáculo de una hora larga fue verlos anotar pateando balones de fútbol hacia la portería, su exhibición de pintura y su demostración de manejo de troncos.

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Por lo general no me impresiona demasiado este tipo de espectáculo pero éste era excelente desde el principio hasta el desfile de cierre.

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Mae Sa

Después del show tuvimos un paseo de dos km en carros tirados por bueyes a través del hermoso valle de Mae Sa hasta una aldea Lisu donde tuvimos que esperar en fila y aguantar el acoso de los puestos de souvenirs para alcanzar la estructura donde podríamos subir a los elefantes.

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Mae Sa

Aquí están Igor y Jeahn en su magnífica bestia.


 

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Mae Sa

Un paseo en lomo de elefante es bastante agradable en terreno llano pero uno tiene que agarrarse mientras que estos poderosos animales superan pendientes inclinadas como si no tuvieran nada en sus lomos.


 

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Mae Sa

Los puentes están hechos de bambú local y también las balsas como verán pronto.


 

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Mae Sa

Estas monturas eran el vehículo ideal todo terreno.


 

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Mae Sa

Estoy seguro de que yo tenía uno para mí solo porque resulté ser la única persona sin pareja cuando me subí y no por mi peso.


 

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Mae Sa

¿Pueden imaginarse a 200 turistas esperando su turno para dar un paseo en unos 40 elefantes?


 

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Mae Sa

después de 40 minutos más o menos dejamos que nuestras monturas regresaran para ir a buscar más turistas y nos subimos en balsas de bambú para otro paseo de 40 minutos.


 

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Mae Sa

Uno también puede hacer rafting de aguas blancas en Tailandia del norte pero no en este calmado río cuyas aguas finalmente llegan al río Ping que pasa por Chiang Mai.

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Mae Sa

La joven pareja de la silla del frente de nuestra balsa eran turistas chinos de Tientsin, una ciudad que yo había visitado en 1973, mucho antes de que ellos nacieran.

China ha experimentado un cambio increíble desde ese período. La gente joven en la China moderna es bien educada, segura de sí misma, ambiciosa y buena trabajadora. Me alegró ver que estos dos podían pagar vacaciones en el norte de Tailandia.


 

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Mae Sa

Estas nuevas casas están construidas en el estilo de las tribus locales pero sospecho que están orientadas a los turistas.


 

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Mae Sa

Mientras que éstas, más viejas, probablemente pertenecen a los locales.


 

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Mae Sa

El contraste entre una vieja casa tradicional de bambú dividido y las modernas camionetas pick up es una vista muy común en estos días. Las antenas de televisión satelital también se ven con mucha frecuencia en estas colinas.


 

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Mae Sa

Esta toma muestra como el bambú es dividido y desenrollado para formar tablas para las paredes y los pisos de las casas tradicionales. El techo de hierro ondulado de esta casa es indudablemente más a prueba de agua que el tradicional tejado de paja pero también es menos bonito y se verá terrible cuando se oxide.


 

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Mae Sa

Quedé impresionado con los ojos de esta mujer Lisu que trató de venderme algo cuando nos estábamos subiendo en los microbuses para regresar. Cuando le dije un cumplido me contestó con un simple "gracias" con la gracia más natural.

En general, tuvimos un día maravilloso. Fue turístico pero interesante y estaba bien hecho todo el tiempo. Pruébenlo la próxima vez que estén en Chiang Mai, lo recomiendo.

 


 

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