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Después de una noche en Santa Rosa estoy nuevamente en un bus de camino a Victorica donde Marga maneja su farmacia familiar.
Victorica, fundado en 1882 por el ejército después de derrotar a los indios Ranquele, es el pueblo más viejo de las pampas.
Victorica es un pueblo bien planificado y bien manejado de 5000 habitantes que atiende las necesidades de las estancias de los alrededores (haciendas ganaderas). Aquí tenemos la iglesia frente a la plaza central "Heroes de Cochico" conmemorando la conquista militar de esta zona.
aquíestá Marga en el trabajo. Los pequeños negocios familiares como el de ella fueron fuertemente afectados en todo el país por la devaluación del peso en el 2001.
La clase media trabajadora perdió dos tercios de sus ahorros de la noche a la mañana por decreto del gobierno. Con razón, son resentidos y desconfiados ante los políticos que perduraron y prosperaron a través la debacle.
La mayoría de la gente que conocí ha tenido que pagar el precio del mal manejo que hizo Menem de la economía y son pesimistas acerca del futuro del país en manos de unos dirigentes corruptos al servicio de una oligarquía codiciosa. El presidente Kirchner está haciendo un capital político diciéndole a la gente que no tendrán que reembolsar la deuda nacional pero realmente pocos creen en él. El resentimiento crece de una manera agobiante pues nadie tiene afán en invertir con el actual clima de incertidumbre (de todas maneras no existe el crédito bancario para pequeñas empresas).
Esta nefasta situación es descorazonadora para el que la observa desde afuera ya que Argentina lo tiene todo para ser próspera. Tiene un capital humano bien educado, abundantes recursos naturales y una adecuada infraestructura colectiva. Victorica es un caso típico, con sólo 5000 habitantes, tiene un excelente hospital, una biblioteca pública decente, un jardín infantil, una moderna escuela primaria, una escuela secundaria comercial, una universidad privada y una escuela de agricultura especializada en manejo de haciendas ganaderas. El pueblo, que está muy bien administrado, incluso ofrece una agradable zona recreacional, el Parque de los Pisaderos que se muestra abajo (No hay nada más hermoso que el agua al borde del desierto).
Victorica incluso cuenta con un sistema de distribución de gas natural abastecido por estos camiones que llevan cilindros llenos de gas natural comprimido en más de 200 atmósferas.
Yo, en particular, estaba interesado en esta instalación porque la compañía SOQUIP que dirigí desde 1970 hasta 1980 fue la primera en usar esta tecnología por fuera de Texas donde se originó en los años 70.
El manejo de haciendas ganaderas ha sido y todavía es la base de la economía argentina así que tenía que visitar una estancia en la pampa. Afortunadamente, algunas de las estancias más pequeñas han abierto sus puerta a los turistas curiosos como yo.
Las estancias son tan grandes que son medidas en leguas en lugar de las secciones (una milla cuadrada), kilómetros cuadrados, hectáreas o acres que son usados para medir fincas en otras partes del mundo. Una legua es un bloque de 5 km por 5 km que contiene 25 km cuadrados, 2 500 hectáreas o 6177 acres.
La Holanda es una pequeña estancia fundada en 1933 por el pintor español Antonio Ortiz Echagüe (1883- 1942). Ahora está manejado por Patricia, la hija del artista, y su esposo Miguel.
Patricia y Miguel reciben turistas en su confortable hacienda y los alimentan en su comedor con grandes cantidades de deliciosa carne de res argentina.
La sala también tiene una chimenea que sólo se usa en invierno.
La Holanda, que alguna vez fue grande, ahora tiene solamente una legua pero Patricia y Miguel la manejan junto con otra legua arrendada con solamente una persona contratada. Adicionalmente, ellos reciben huéspedes en su casa y en esta edificación construida especialmente para acomodar visitantes en la temporada de caza.
Miguel me llevó por los alrededores para mostrarme parte del ganado disperso sobre la vasta propiedad. Ellos crían la raza Averdinango que fue desarrollada en Argentina a partir de la raza inglés Black Angus.
Es una lástima, no tomé más fotos del ganado...
aquíestoy yo con mis anfitriones Patricia y Miguel que respondieron a mis preguntas sobre su modo de funcionar y su posición en la sociedad Argentina con absoluta franqueza.
La Holanda no era típica pero mi visita me dio la oportunidad de recolectar cifras básicas sobre la economía de las haciendas que confirmé más tarde con otros rancheros amigos de Marga en Victorica.
De acuerdo con estos datos, el manejo de haciendas ganaderas es extremadamente rentable. No es de extrañar que los estancieros estén manteniendo un bajo perfil durante esta época de problemas en la que todos los demás se están quejando lo más duro que pueden.
En la región que visité, una legua (2500 hectáreas), que vale 250 000 US$ (100 US$ por hectárea), puede alimentar a 250 vacas y sus terneros (10 hectáreas por vaca). El ganado se deja para que se defienda por sí mismo y no requiere otra atención que la vacunación y la castración de los machos así que los costos de mano de obra son mínimos. Cada año las 250 vacas por legua producen de 200 a 220 terneros que valen entre 60 000 y 66 000 $US cuando llegan a la madurez (300$ cada una). Eso significa una tasa de ingreso de aproximadamente el 20% del capital invertido (250 000 + 75 000). ¡Así, una estancia de cuatro leguas produce un cuarto de millón de dólares al año!
Los hacendados y los rancheros se quejan en todas partes del mundo pidiendo todavía más subsidios pero aquí tienen que ser discretos en cuanto a esto porque todos saben que los grandes terratenientes siguen siendo riquísimos mientras que la clase trabajadora fue gravemente afectada por la crisis financiera que trajo la caída de de la Rúa en 2001 y que todavía no ha concluido.
Tuve que tomar un taxi desde Victorica a Santa Isabel porque la línea local de buses que normalmente cubre esa ruta tenía su permiso suspendido temporalmente, me dijeron que por "razones políticas".
Como soy un optimista por naturaleza, inicialmente no me tomé al pie de la letra estas "horribles historias de corrupción" pero mi optimismo se desvaneció gradualmente y después de dos meses tuve que admitir que tenía que haber alguna base para todas las quejas sobre corrupción que estaba escuchando.
Finalmente llegué a Santa Isabel donde tomé un bus para San Rafael y por lo tanto, otro para Malargüe donde esperaba agarrar el microbús para Chile que pasaba dos veces por semana.
Estuve sólo unas pocas horas en San Rafael (100 000 h), justo el tiempo suficiente para visitar las concurridas calles comerciales en los alrededores del terminal de buses donde le tomé esta foto a este estanciero vestido de forma extraña. Resultó que me estaba afanando innecesariamente ya que mi microbús partió un día entero después. Si hubiera sabido, hubiera pasado más tiempo aquí para visitar las bodegas de vino y el cercano Cañón del Atuel...
No había mucho que hacer en Malargüe excepto esperar la partida del microbús de Karen Travel al día siguiente.
Al menos, el Hostal Patagonia donde me quedé era cómodo, agradable y barato (5 $US).
