Adopté el Café Richmond en la calle Florida a pocos pasos de mi hotel como mi lugar favorito para encontrarme con amigos y tomar una cerveza.
Aquí, mi buen amigo Alberto Levin, quién sobrevivió a los años difíciles del gobierno militar cuando sólo tener pensamientos negativos sobre la dictadura era peligroso, me está informando sobre las complejidades de la política argentina.
Alberto es un experto en textiles retirado, conocido internacionalmente, que últimamente ha estado trabajando tiempo parcial (probablemente por el efecto de la crisis en sus ahorros).
Sólo siento admiración por esta amable persona que ofrece su tiempo voluntariamente a una organización local llamada " Cicerones de Buenos Aires" dedicada a mostrarle Buenos Aires a extraños como yo.
No tengo muy buena impresión de Kirchner por su posición demagógica de que está bien no pagar las deudas legalmente contraídas pero estoy de acuerdo con él por el cierre de la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que fue el lugar central de tortura del régimen militar del cual muchos desaparecidos no retornaron, para transformarla en un museo de manera que eso nunca más sucediera.
Significara lo que significara el gesto para Kirchner, el político, era supremamente importante para las personas del común ser capaces de transgredir el territorio de los militares que era considerado como un terreno sagrado durante la dictadura. Vine a presenciar la ceremonia con Alberto.
La emoción estaba profunda e intensa. No pudimos hablar cuando caminamos hacia afuera por la cerca con las fotos de los desaparecidos así que nos fuimos para un bar cercano y nos tomamos tres cervezas rápidamente una tras otra...
No nos damos cuenta de que tan fácilmente los regímenes totalitarios pueden tomar el poder. Hemos crecido complacientes y confundimos el ritual de la urna con verdadera democracia. La democracia americana obviamente no es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo. Se ha convertido en un gobierno de políticos mercenarios empleados por corporaciones y un puñado de súper ricos para ocuparse sus intereses particulares.
Como escribo esto en julio de 2004 no es para nada cierto que el "renacido" fundamentalista Presidente Bush será despojado del cargo en el otoño. No se sabe que otros excesos se permitirá si sus patrones tienen éxito al comprarle otro período.
Ustedes deben pensar que soy alarmista sin ninguna necesidad al escribir esto y espero que estén en lo cierto pero si éste "poseedor de la verdad" es elegido nuevamente, estará, incluso más que ahora, convencido de que él tiene un mandato divino de respaldar los excesos de Israel, de aplastar el Islam y de tomar el control de todo el petróleo del Medio Oriente para "el beneficio de la civilización".
Lo que el mundo piense es irrelevante. ¡Es el regimiento el que no lleva el paso, no el señor Bush!
Aunque quizás no tanto como en los Estados Unidos, la "democracia" canadiense también es una plutocracia. La gente sabe eso y vota menos en cada elección. ¡Además, para qué tomarse la molestia de escoger un candidato cuando usted sabe desde el principio que su representante es responsable ante el líder se su partido y no ante sus electores! Cualquier tonto puede decir "sí" o "no" igualmente bien cuando es llamado al parlamento.
Necesito ver profundas reformas antes de empezar a creer en políticos otra
vez. Personalmente, tengo dos requerimientos mínimos:
a) representación proporcional de manera que todos los votos lleguen a ser
significativos y
b) financiamiento público de las campañas electorales con participación
individuales limitadas (exclusión de toda financiación corporativa),
supervisado de cerca y con severas penalizaciones hasta la descalificación
por transgresiones.
Alberto me llevó a dar un paseo por los barrios elegantes de Buenos Aires. ¡Partes del Retiro, construido a comienzos del siglo XX se parecen tanto a a París que usted pensaría que estuvo en el distrito dieciséis!
La misma observación se aplica a partes de Recoleta.
Las casas en el exclusivo barrio residencial de San Isidoro no son muy impresionantes pero es allí donde vive mucha de la súper elite porteña.
Hay muchas casas como ésta y mejores en este barrio.
¡Quería visitar estas zonas elegantes para ver por mí mismo las dificultades por las que pasan los argentinos pobres quienes, de acuerdo con el Presidente Kirchner, no pueden pagar su parte por la deuda nacional!
Por supuesto, si Kirchner quiere decir que sólo los pobres deberían soportar el peso de la deuda nacional, entonces estoy de acuerdo, la gente que vive aquí no puede pagar ni los intereses de los 180 mil millones de dólares de préstamo que beneficiaron a los ricos en las últimas décadas.
Me pregunto si la cerca de alambre alrededor de estos bohíos entre las vías ferroviarias en Retiro están allí para que los turistas curiosos como yo no vean más o para mantener a los pobres de la villa miseria por fuera de los agradables parques cercanos.
Eso es lo que un gini de 0.65 realmente significa. Esta realidad no es en absoluto un concepto abstracto.
La Boca era una villa miseria alrededor de plantas de empaque de carne y bodegas a lo largo del Riachuelo en el extremo sur oriental de la ciudad, cerca al barrio industrial de Avellaneda. Era un lugar donde inmigrantes pobres una vez abajo del barco podían hallar alojamientos económicos hasta que encontraran trabajo o se trasladaran fuera de la capital. En otras palabras, un lugar bastante desagradable.
La leyenda dice que La Boca era uno de los tugurios donde las prostitutas inventaron el sensual y erótico Tango alguna vez alrededor de 1880 cuando un gran número de inmigrantes masculinos venían de España e Italia para buscar fortuna en el nuevo mundo.
Mucho de La Boca sigue siendo bastante peligroso pero las pocas calles alrededor del colorido callejón peatonal Caminito se han convertido en una reconocida colonia de artistas donde los turistas son arreados para mirar boquiabiertos las casas pintadas brillantemente y para comprar algunos souvenirs baratos.
Donde Caminito se encuentra con Alvear de Lamedi aún es territorio turístico. Más adentro no es seguro en la noche.
Ese día, también paré para mirar el mercado de las pulgas en la Plaza Dorrego en San Telmo cuando iba de regreso al hotel. Allí estaba a la venta toda clase de chatarra interesante.
Estaba feliz de haber pasado unas cuantas semanas en Buenos Aires antes de regresar a Montreal. Es una ciudad hermosa con magníficos edificios históricos y grandes parques pero lo más importante es que es un lugar muy interesante donde es fácil conocer gente en los cafés, en los parques e incluso en las calles.
Mi impresión general en el momento particular de mi visita fue la de una población amigable manipulada y explotada por políticos corruptos al servicio de una pequeña oligarquía. Víctimas dignas de compasión. Tantos países se ajustan a esa descripción que resulta banal mencionarla pero aquí es más obvia que en otras partes.
Disfruté las animadas calles peatonales Lavalle y Florida donde pasé mucho tiempo en bares, restaurantes y cibercafés. No sé si el grán número de artistas callejeros corresponde a una tradición local o se debe a las dificultades económicas actuales pero de cualquier manera, esto añade color al centro de la ciudad.
Los dejo con unas cuantas fotos de estos artistas y les deseo una estupenda visita a Buenos Aires si pueden hacerlo. Si lo hacen, no olviden los Cicerones.