La lucha por el petróleoMi última crónica sobre las estrategias ocultas detrás del juego de ajedrez de Bush, que se pueden deducir al observar la forma en que los medios de comunicación americanos manipulan a su público llegó a la conclusión de que las reservas petroleras del Medio Oriente deben ser el objetivo real de la guerra que se avecina en Irak por el cuidado que estaban teniendo al evitar mencionar el petróleo. El gobierno de los Estados Unidos ha mentido a los americanos con el apoyo activo de la clase dirigente de los medios con tanta frecuencia, que el esconder el factor del petróleo es una clara revelación de su primordial importancia. En efecto, si las presuntas "armas de destrucción masiva" de Saddam Hussein fueran la causa real de la decisión de invadir Irak, los medios mencionarían el petróleo con naturalidad como parte del cuadro sin revelar ningún secreto ya que todo el mundo sabe que Irak tiene mucho petróleo. Corea del Norte también tiene "armas de destrucción masiva" pero no tiene petróleo así que es segura por el momento. Y además, sus vecinos China, Corea del Sur y Japón son competidores de La Clase Dirigente Corporativa Americana así que su protección no tiene una prioridad tan alta como la de Israel. La mayoría de los americanos no están muy interesados en lo que sucede por fuera de los Estados Unidos y muy pocos viajan al exterior por razones distintas a los negocios o de carácter militar (sólo el 15% tienen pasaporte). Por lo tanto es fácil para el gobierno y los medios de EE.UU lavar el cerebro al público para que crea en una caricatura en blanco y negro de los "demonios" árabes y los "ángeles" israelíes. Para mí, la vulgaridad de esa carictura resultó ser un desafío que me indujo a investigar y redactar unas cuantas notas sobre los perfiles reales de estos"demonios" y "ángeles".
Empecemos con un rápido repaso de algunos datos sobre la industria del petróleo y sobre sus precios para tratar de entender porqué la América corporativa quiere hacer la guerra a Irak en este momento. El cincuenta y cinco por ciento de las reservas mundiales de petróleo está localizado en cinco países del Medio Oriente que actualmente producen el 28% del abastecimiento mundial de petróleo pero usan una cantidad insignificante de éste para sí mismos. Aquí pueden encontrar detalladas estadísticas de las reservas y la producción del mundo. El Medio Oriente tiene los más grandes y los más productivos yacimientos de petróleo. Estos gigantes fueron fáciles de encontrar y requieren relativamente poca inversión para su explotación, en consecuencia el costo de producción del petróleo del Medio Oriente es el más bajo del mundo. Esta gráfica muestra que se estaba descubriendo más petróleo en el mundo del que era consumido cada año hasta aproximadamente 1980 pero que desde entonces, hemos estado consumiendo nuestras reservas acumuladas de petróleo más rápido de lo que la industria del petróleo ha sido capaz de reponerlas.(El consumo actual es de alrededor de 22 Giga barriles por año mientras que los recientes descubrimientos no son más de 6 Giga barriles al año). Un cambio total en esa tendencia es improbable, porque al ser descubiertos primero los yacimientos más grandes y más productivos, los nuevos yacimientos petroleros que son hallados se hacen más y más pequeños en la medida en que la industria se desarrolla. Como consecuencia de ello, estos nuevos yacimientos se están volviendo cada vez más costosos para encontrar y para producir. Por más de una década, ha sido más económico comprar reservas ya descubiertas que todavía están en el terreno o adquirirlas mediante fusiones que descubrir nuevos yacimientos haciendo exploración en forma directa. Todas las compañías de petróleo lo saben pero no lo hacen público porque esto puede asustar a sus accionistas y causar daño al valor de sus acciones. El petróleo no es un recurso renovable. Es obvio que la tendencia de extraer más de nuestra reservas que reponerlas causará finalmente que la producción mundial alcance su techo y posteriormente decrezca. Por mucho tiempo se ha sabido de este techo inevitable . Una curva de producción de petróleo mostrando un techo y un posterior decrecimiento fue primero usada en 1956 por el geólogo de la Shell Oil, King Hubbert para predecir que la producción interna de EE.UU. llegaría al máximo en 1969 (lo hizo en 1971). Desde entonces, "las curvas de Hubbert" sobre la producción mundial de petróleo han sido publicadas de vez en cuando por varios autores diferentes. Ésta fue publicada por la Revista "Scientífic American" en marzo de 1998. Las curvas azul y roja muestran como los fuertes aumentos de los precios del petróleo en el mundo impuestos por la OPEP en 1973 y más tarde en 1979 fueron seguidos por bruscas reducciones de los niveles de producción del Medio Oriente mientras que los consumidores comenzaron a evitar el gasto de energía y se cambiaron a otras fuentes como el gas natural. Afortunadamente,estas sacudidas del petróleo redujeron el crecimiento de la demanda mundial de un 6% al año hacia 1970 a más o menos la mitad de esa cifra desde entonces. La curva amarilla en esta gráfica tomada de una conferencia dictada por el geólogo inglés Colin Campbell en diciembre de 2000, proyecta que si esta alta tasa de crecimiento no se hubiera reducido, la producción mundial de petróleo probablemente habría llegado a su techo cerca de 1995 y estaríamos ahora en la parte decreciendo de la curva. La gráfica muestra el rápido decrecimiento de los nuevos descubrimientos en verde y extrapola un techo de la línea de producción roja en algún momento antes del 2010. Los expertos no están de acuerdo sobre la fecha y el nivel de ese techo pero la mayoría de los geólogos e ingenieros de producción están de acuerdo en que será inevitable dentro de dos o tres décadas a más tardar. (Algunos economistas que se centran sólo en sus curvas de oferta y demanda y no tienen en cuenta las limitaciones físicas de la producción de petróleo tienden a ser más optimistas pero incluso ellos admiten que un descenso definitivo es inevitable.) La fijación de precios del petróleo debe ser regulada ya que abandonar la fijación de precios de esa materia prima simplemente a las fuerzas del mercado tiende a producir fluctuaciones desenfrenadas en el precio tales como las que hicieron estragos durante los primeros años de la industria del petróleo antes de que el cártel de Rockefeller estabilizara el mercado estadounidense a comienzos de 1900. Un complejo sistema de fijación de los precios mundiales, que tuvo en cuenta las diferenciales de calidad y ubicación, fue manejado primero por la Texas Railroad Commission y luego por un cártel de compañías petroleras internacionales. Las siete principales compañías petroleras americanas, inglesas, holandesas y francesas (las llamadas Siete Hermanas), firmaron un acuerdo anti-competencia en Achnacarry, Escocia en 1928 según el cual, entre otras cosas, se comprometían a no explotar el petróleo del Medio Oriente sin la participación de los otros miembros. (El acuerdo de la Línea Roja). Después de la Segunda Guerra Mundial, Standard Oil de New Jersey, Mobil, Texaco y Standard Oil de California rompieron su promesa y se apoderaron de las concesiones Sauditas dejando por fuera a los ingleses y a los franceses. El cártel estabilizó la fijación de los precios mundiales del petróleo a niveles compatibles con sus propios intereses pero su control de la industria petrolera mundial se debilitó cuando muchas de las principales reservas de petróleo fueron nacionalizadas por estados soberanos en los años 50 y en los años 60. Cuando Irán nacionalizó la Anglo-Iranian Oil Company de propiedad inglesa en 1951 porque se había rehusado a compartir sus astronómicas ganancias, Gran Bretaña y los Estados Unidos organizaron un boicot mundial contra el petróleo iraní que puso a la economía de Irán al borde del colapso. Luego, en 1953, la CIA instigó un golpe que instaló al Shah como un títere de EE.UU. con una fuerte policía secreta, el SAVAK, entrenada por la CIA para aplastar cualquier disidencia. Irán conservó la propiedad nominal de la National Iranian Oil Company pero el control operativo era ejercido por un consorcio de compañías americanas, inglesas y francesas (40%, 40%, 20% respectivamente). Al darse cuenta de que las "Siete Hermanas" todavía controlaban las cantidades y los precios de producción a pesar de la nacionalización de los yacimientos de petróleo, los más importantes países productores de petróleo del tercio mundo se unió, en 1961, para crear la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con el fin de defender sus intereses. Por casi una década, la OPEP fue ineficiente y la competencia entre sus miembros condujo a una baja en los "precios publicados" oficiales de alrededor de 3 $US/b para el Arabe Ligero a menos de 2 $US/b. Al ser extremadamente bajo el costo real del petróleo del Medio Oriente, se concedieron descuentos "secretos" que bajaron más los precios reales a niveles de alrededor de 1.10 $US/b en 1969. Estos precios reales eran tan bajos que EE.UU. tuvo que establecer cuotas con el fin de crear un precio interno artificial lo suficientemente alto (cerca de 3.80 $US por barril) para mantener la producción interna y disminuir el crecimiento de las importaciones de petróleo. La OPEP finalmente fue capaz de establecer cuotas de producción en 1969 después de que Libia interrumpió su producción de 500 000 b/d y el oleoducto de Irak al Mediterráneo fue dinamitado retirando otros 500 000 b/d del mercado. Si la OPEP no hubiera intervenida en ese momento, los precios reales del Medio Oriente hubieran podido caer aun más porque el costo de descubrimiento y producción de petróleo de algunos de los gigantescos yacimientos de petróleo del Medio Oriente era tan sólo de 10 centavos de dólar por barril. El control de los precios del petróleo del mundo pasó de las "Siete hermanas" a la OPEP que impuso un pequeño incremento en 1970 y dos subidas de precios brutales en 1973 y 1979. No hay duda de que las sacudidas del petróleo en 1973 y 1979 afectaron la economía mundial en esa época pero estimularon la exploración y la producción de petróleo más costoso en otras partes del mundo. Sin embargo, EE.UU. utilizó su considerable influencia sobre algunos de los miembros de la OPEP para ejercer un cierto grado de control indirecto sobre las cuotas de la OPEP y en consecuencia sobre los precios. (Las monarquías absolutistas de Arabia Saudita, Kuwait, Irán y los Emiratos del Golfo necesitaban el apoyo de Estados Unidos contra la influencia comunista que estaba ganando terreno en Egipto y Siria.) No obstante, en 1979, EE.UU. perdió uno de sus mejores apoyos con el derrocamiento del Shah de Irán por parte del Ayatollah Khomeini quien consideraba a los Estados Unidos como "El Gran Satán". Al año siguiente Irak invadió a Irán por la propiedad del delta de los ríos Tigres y Éufrates. Después del éxito inicial iraquí, Irán se fue a la ofensiva en 1982 y la guerra se prolongó hasta 1988. (Los Estados Unidos proporcionaron armas a los dos bandos y se perdieron más de un millón de vidas.) Luego, en agosto de 1990, Irak invadió a Kuwait reclamando que éste estaba vaciando el inmenso campo de Rumaila que se extiende a ambos lados de su frontera común y que estaba exportando más petróleo que su cuota de la OPEP. Los Estados Unidos intervinieron para repeler a las fuerzas iraquíes de Kuwait temiendo que ellos invadieran a Arabia Saudita si no eran detenidos. EE.UU. salió victorioso de la Guerra del Golfo pero había perdido su influencia sobre las voces iraní e iraquí en la OPEP. Después de la guerra, mantuvo su enorme base militar "El Sultán" en Arabia Saudita para asegurarse de que el control de los niveles de producción por parte de la OPEP no perjudicaría sus intereses. Las iniciativas de América para controlar el petróleo del Medio Oriente crearon muchos enemigos. Cuando la influencia americana desplazó a los ingleses, el resentimiento contra el colonialismo británico se trasladó a los americanos cuya falta de sensibilidad hacia la cultura y los valores islámicos los hicieron aun más repugnantes para los musulmanes en la región. Y, como si esto no fuera suficiente, el apoyo continuo de América a la cada vez más violenta agresión de Israel contra los palestinos, los identificó como el enemigo objetivo de todos los árabes y musulmanes y justificó el título de "El Gran Satán". Finalmente, hablar sin parar de "democracia" y de "derechos humanos" estaba bien para el consumo interno por parte de los ingenuos ciudadanos americanos con el cerebro lavado hacia la creencia de su propia rectitud, pero produjo un intenso odio en los corazones de las víctimas de los regímenes totalitarios que los Estados Unidos apoyan no sólo en el Medio Oriente sino también en muchas otras partes del mundo. Ese odio profundo alimenta las raíces del terrorismo identificadas por el General Musharaf en su discurso dirigido a las Naciones Unidas en noviembre de 2001. La arrogancia, la hipocresía y la injusticia de la política exterior americana hacia el Medio Oriente son la causa de Al Qaeda y la razón por la cual muchos árabes musulmanes ven a los terroristas como héroes. La administración Bush ha escogido el camino de la escalada al dar carta blanca a Ariel Sharon en lugar de imponer a Israel una retirada de los colonias judías de los territorios ocupados amenazándolos con quitarles el apoyo militar y financiero. Los árabes musulmanes del Medio Oriente tienen todas la razones para creer que Israel y América no buscan una paz negociada como ellos lo aseguran. La crisis palestino-israelí se profundiza más con la aprobación de EE.UU. El mensaje desesperado enviado a través de los sacrificios humanos de los bombarderos suicidas en Israel y mediante el terrorismo mundial de Al Qaeda está cayendo en oídos sordos. La amenaza de una importante reducción de la producción de petróleo del Medio Oriente es la única arma que le queda a los países árabes para detener el genocidio palestino. Esa amenaza es tan real como las "armas de destrucción masiva" de Saddam Hussein, pero la probabilidad de que cualquiera sea utilizada contra América es nula como yo lo veo ya que los individuos pueden ser suicidas pero los regímenes nunca lo son. Cualquier modificación brusca de los niveles de producción del Medio Oriente podría ser catastrófica. Una significativa reducción de las cuotas de la OPEP podría herir la economía mundial haciendo que los precios se pongan por las nubes y un brusco incremento de la producción podría causar que los precios caigan a niveles lo suficientemente bajos como para hacer quebrar a la mayoría de los productores marginales en todos los demás lugares del mundo. La amenaza de que los miembros árabes de la OPEP puedan usar el arma del petróleo otra vez así como lo hicieron en 1973 sin embargo es virtual porque la reducción de las provisiones del Golfo sería ahora una causal inmediata de guerra. Ahora estamos en el proceso de traspasar el techo histórico de la producción mundial de petróleo. Esta gráfica muestra las proyecciones de la producción mundial de petróleo preparadas por el Dr. Colin Campbell para Petroconsultants con sede en Ginebra en 1997. Esta merece actualizarse pero todavía ilustra bien los posibles escenarios del futuro:
El nivel estable de la producción plana en el escenario amortiguador se hace posible si el nuevo potencial de producción de los productores amortiguadores del Medio Oriente es usado para extender el techo, compensando el decrecimiento en la capacidad de producción de otros yacimientos en otras partes del mundo. Sin embargo esto implicaría una considerable inversión para desarrollar los yacimientos petroleros del Medio Oriente hasta sus niveles técnicamente óptimos de producción. Finalmente, cuando todos los yacimientos petroleros del mundo lleguen a ser producidos en su nivel técnicamente óptimo, la producción mundial decrecerá y los precios continuarán creciendo para ajustar la demanda a la oferta disponible. La fecha de inicio de este último lento decrecimiento de la producción de petróleo convencional es desconocida pero nadie discute que será en sólo unas décadas. No hay nada de dramático en esto porque la producción de hidrocarburos líquidos de fuentes no convencionales como las arenas de alquitrán de Canadá y Venezuela y de la liquefacción de carbón se volverán económicamente viables mientras que el precio del petróleo convencional aumenta. Lo que realmente le importa a la economía mundial es que estos eventos sucedan de una manera gradual, ordenada y previsible. Eso implica un estricto control de los niveles de producción para evitar futuras sacudidas de los precios. En el presente es la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) la que ejerce ese control pero eso podría cambiar si América invade a Irak. Después de este breve repaso del contexto petrolero mundial, podemos retornar al campo de la especulación para tratar de encontrar una explicación razonable para la guerra en Irak. La administración Bush ahora tiene la intención de intensificar la Crisis del Medio Oriente un grado más allá usando el pretexto de las presuntas "armas de destrucción masiva" para justificar un ataque preventivo en Irak antes de que "un hongo nuclear sobre una ciudad americana" pruebe la validez de la amenaza. Esto obviamente es una tontería y todo el mundo lo sabe. Nadie cree que la disuasión no funcione para contener a Saddam Hussein quien muestra todas la características de un astuto sobreviviente y no las de un mártir kamikaze. La disuasión ha funcionado perfectamente durante cuarenta años de guerra fría y ahora todavía funciona entre India y Pakistán a pesar del fanatismo religioso de los dos bandos. Que la disuasión no funcione en el caso del Irak laico simplemente no es creíble. Una amenaza inminente de los productores fluctuantes árabes de reducir su producción para apoyar la causa de la libertad palestina frente a la ocupación israelí podría ser también una posible justificación para un ataque preventivo pero ese pretexto no es creíble tampoco porque ninguno de ellos tiene las reservas financieras que tenían cuando usaban el suministro de petróleo como un arma en 1973. Abonándole cierta inteligencia a la clase dirigente corporativa que hala las cuerdas detrás del Presidente Bush, debe haber una motivación racional válida para su ardiente deseo de hacer la guerra en Irak. Obviamente es el petróleo pero un rotundo saqueo como el que Genghis Khan hizo en toda Asia en el siglo XIII o el que los conquistadores españoles hicieron en las Américas en el siglo XVI sería difícil de vender al americano promedio que tal vez es ingenuo y esté equivocado pero que no obstante es por lo general bienintencionado. El americano promedio es bienintencionado pero hasta donde puedo notar, el poder real no parece estar en las manos de los ciudadanos, la mayoría de los cuales de todas maneras no se toman la molestia de votar. El poder está en las manos de las grandes corporaciones que han comprado a los políticos financiando sus elecciones. Cada vez es más obvio que las elecciones no son más que un ritual cosmético que tiene poco efecto en las políticas estratégicas escogidas por la América Corporativa. El único objetivo válido que en el que puedo pensar sería el de poner fin al control que los miembros de la OPEP han ejercido sobre sus propios niveles de producción para controlar los precios mundiales del petróleo desde 1970, y transferir ese poder de decisión a un cártel de las principales corporaciones petroleras transnacionales. Ese control centralizado sería de una importancia estratégica principalmente durante las próximas dos o tres décadas que se tomaría desarrollar y explotar todo el potencial de producción no utilizado de los yacimientos petroleros del Medio Oriente que actualmente juegan un rol de amortiguadores fluctuantes. Esto haría posible prolongar la duración del techo de la producción mundial de acuerdo con el escenario "amortiguador" mencionado arriba. Esto daría a las economías mundiales tiempo para adaptarse a los precios más altos a través de una utilización más eficiente de la energía y tiempo para desarrollar la explotación de fuentes alternas como las arenas de alquitrán y el carbón de los que hay abundantes reservas. Se puede decir que una transición ordenada para el decrecimiento de la producción convencional de petróleo es del interés de todos pero no creo que el interés de todo el mundo sea suficiente para motivar a las principales compañías petroleras que yo sospecho que están detrás del afán descontrolado del Presidente Bush por hacer la guerra en Irak. Como yo lo veo, es en gran parte un asunto de ganancias porque los aumentos regulares de los precios requeridos para evitar el crecimiento de la demanda durante la prolongación del período estable de la producción mundial generarán ganancias astronómicas por la explotación de los yacimientos de petróleo del Medio Oriente más productivos cuyos costos de producción son mínimos. Esto es sólo especulación pero tiene sentido. Es mucho lo que está en juego, suficiente como para explicar la firme determinación de la administración Bush (controlada por la América Corporativa), de hacerlo con o sin la aprobación de las Naciones Unidas. Francia, Alemania y Rusia se oponen a una nueva guerra en contra de Irak. ¿Esto es solamente por consideraciones morales de la ley internacional o ellos se habrán dado cuenta que esta guerra podría conducir a una toma del control de todo el Medio Oriente por parte del eje americano-israelí y que un resultado como ese los ubicaría en una situación de vulnerabilidad extrema si se diera? Los ambivalentes ingleses le han dado la espalda a Europa otra vez al unir sus fuerzas con América en este proyecto. Abonándole un mínimo grado de inteligencia del Primer Ministro Blair, presumo que debe haber una razón válida para esa elección, diferente al temor por las "armas de destrucción masiva" de Saddam Hussein. ¡Cualquiera que sea el incentivo, debe ser demasiado grande como para rehusarse! ¿Podría ser una parte significativa del nuevo cártel del petróleo para la British Petroleum y la restauración de un poco del poder de cual los intereses petroleros ingleses han disfrutado alguna vez en el Medio Oriente? Ese es un objetivo de tremendo importancia pero creo que algo inferior al completo control no justificaría el enorme riesgo de desestabilizar al Medio Oriente. Es difícil de creer que será posible limitar esta vez la guerra a Irak sin involucrar a Arabia Saudita e Irán en este momento cuando la crisis palestino-israelí se está poniendo cada día más violenta en la medida en que Bush continúa alentando los excesos de Sharon. Considerandolo así, la desestabilización del Medio Oriente que una guerra con Irak podría causar no es un riesgo que se espera debería ser evitado, es parte del plan. Una desestabilización regional le daría a las fuerzas americanas la oportunidad de tomar también el control sobre Irán y Arabia Saudita e imponer un gobierno militar en toda la región como lo hicieron en Japón después de la Segunda Guerra Mundial.(la selección de un gobierno de ocupación militar tendría la ventaja de evitar tener que compartir las ganancias del petróleo con políticos corruptos locales.) La total desestabilización del Medio Oriente acentuaría el hecho de que las fronteras actuales fueron creadas artificialmente sólo hace unos 70 años lo que es poco comparado con los cinco siglos precedentes de control por parte del Imperio Otomano. Una breve revista de la historia de este región pude ayudar imaginar los effetos a lorgo plazo de los eventos de hoy..Visto en ese contexto, el caos no debe ser evitado, debe ser provocado y exacerbado porque éste facilitaría la reorganización favorable a los intereses de los autores tales como el establecimiento de una "Zona de influencia Americana" sobre los yacimientos petroleros de Arabia Saudita, Kuwait, Irak e Irán y la creación de un "Israel Grande" " que incluiría partes de Líbano, Jordania y Siria en extensos "territorios ocupados" reservados para el establecimiento de futuros asentamientos judíos destinados a supervisar las poblaciones árabes mantenidas en la pobreza y en el subdesarrollado, lo que Israel parece necesitar par proveer mano de obra barata y convencer a la "gente escogida por Dios" de su superioridad racial. Algunos lectores encontrarán el escenario descrito arriba demasiado extremista pero eso es sólo porque se rehusan a ver que tan extrema es la situación actualmente con la ocupación militar israelí de la Ribera Occidental y de Gaza. Si los israelíes pueden salirse con la suya porque no podrían los Estados Unidos establecer una ocupación militar en los yacimientos petroleros del Medio Oriente. Naturalmente que sería más elegante hacerlo indirectamente instalando dictadores colaboracionistas como se hizo en Centro América. En realidad, esa sutileza superficial sería superflua considerando el abrumador poderío del eje americano-israelí en la región. ¡Y, además, la apuesta en Centro América era sólo unas cuantas plantaciones de banano mientras que en el Medio Oriente es el petróleo, el sangre vital de las economías modernas, lo que está en juego! Como diría un pecador católico , "¿Si tuvieras que ir al infierno por un pecado mortal por qué no hacer rendir tu dinero e ir por diez?". ¡O mejor aún por cien si puedes permitírtelo! Espero estar equivocado, pero parece como si el gran ideal americano de democracia se estuviera convirtiendo rápidamente en la pesadilla americana del poder militar en las manos de las corporaciones estadounidense transnacionales. Es espantoso. ¿Invadirán los Estados Unidos a Canadá por nuestras arenas petroleras si no hacemos lo que se les antoje una vez que los yacimientos petroleros del Medio Oriente estén secos? The scenario outlined above of seizing the Middle East oilfields so that an American cartel could decide on their levels of production in such a manner as to extend the peak of world production and thus ensure an ordered transition to declining world oil production levels must be condemned as outright imperialism. There would be strong resistance to the regular price increases that would be required to curb demand and extend the peak of conventional oil production but it must be recognised that such a plan aims a rational objective that might turn out to have been in everyone's interest if carried out optimally. The worst scenario imaginable would be for the American invader to hand over control of the oilfields to selected American and British oil companies that would invest to increase production rapidly so as to cause prices to fall. This would be equivalent to plunder. It would put us in the "high case" mentioned above. It would provide short term benefits to consumers but it would allow the brutal transition to declining production levels of conventional oil to occur before non-conventional sources can be tapped. Lo más espantoso es el enorme poder que esta concentrandose en las manos anónimas de una pandilla de corporaciones gigantescas de cuales los agentes (Bush, Cheney, Rumsfelt, etc.) manipulan y mientan a la gente que deberian representar. Como soy un optimista por naturaleza, me gusta pensar que algo pasará para evitar que ocurra lo peor.
(Octubre 2002) Las siguientes páginas web le proporcionarán información más detallada sobre los hechos, eventos y especulaciones esbozadas arriba. Stephen R. Shalom on the United States and the Iran - Iraq War (Feb. 1990)Stephen R. Shalom on Peace in the Middle East before the 1990 Gulf War (Oct. 1990) Noam Chomsky on the Gulf Crisis (Feb. 1991) The End of Cheap Oil Scientific American (Mar. 1998) Oil Synopsis Joy Hansen (May 2001) Oil depletion Update Including 2001 (Feb. 2002) Oil, Money, War Jim Puplava (Mar. 2003) Modelling all Liquids Production Jean Laherrere (May 2002) US - Iraq War (Aug. 2002). Noam Chomsky on the next US - Iraq War (Aug. 2002) Oil is Key Issue Washington Post (Sept. 2002) More links: Iraq Watch (Oct. 2002) |
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