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A finales de febrero, había nieve en el camino hacia las montaña Chouf al sur- oriente de Beirut.
Al fondo de este valle, el río Nabe Essiafia y en la distancia, la aldea de Ain Zhalia donde nació mi amigo Fu'ad.
Aquí están Fu'ad Kamil, su hija Maha y su esposa Jimena en la casa solariega de la familia Mogab en Ain Zhalia.
Los Mogab son griegos católicos. Los griegos católicos se separaron de los griegos ortodoxos en el siglo XVIII. Ellos aceptaron completamente las doctrinas católicas como están definidas por el Vaticano pero han permanecido cercanos a la Iglesia Griega Ortodoxa. Usan el árabe y siguen el rito bizantino. En Líbano, cuando uno habla de católicos, se está refiriendo a este grupo y no a los católicos romanos ni a los maronitas. Ellos representan aproximadamente el 3 porciento de la población.
En la distancia, un grupo de los famosos cedros libaneses que proporcionaron grandes vigas para la mayoría de los templos y palacios de la región mediterránea oriental en tiempos antiguos. Sólamente quedan unas pocas arboledas de cedros bastante grandes y, menos mal, ahora están bien protegidos.
Última luz luego de la puesta de sol en las montañas del Chouf.
Al día siguiente fuimos hacia el sur, a Saida y Tiro. Saida es un poblado muy antiguo que se remonta al menos 6000 años. Una vez fue la rica ciudad fenicia de Sidón, invadida por los persas, los griegos, los romanos, los bizantinos, los árabes que la llamaron Saida, los cruzados y los mamelucos.
Aquí nos estamos acercando, desde el norte, al Castillo Marítimo medieval de Saida construido por los cruzados en el siglo XIII.
Esta es una vista desde el sur, de lo que queda del Castillo Marino.
Abajo a la izquierda, dentro del castillo y a la derecha, Fu'ad, Maha, Jimena y Yo. Noten cómo los cruzados usaron cortes de columnas de granito tomados de edificaciones más antiguas (probablemente templos romanos), para reforzar sus fortificaciones de arenisca.
La antigua Tiro se remonta aproximadamente al año 2700 a.C. Era la más grande de las ciudades fenicias cuando su rey Hiram mandó arquitectos, expertos artesanos y madera de cedro para ayudar al rey Salomón a erigir el primer templo hebreo en Jerusalén hacia el año 960 a.C. (construido bajo el modelo fenicio).
Tiro sufrió el mismo destino de todas las demás ciudades en esa encrucijada histórica al ser invadida sucesivamente por una gran variedad de imperialistas; asirios, babilonios, griegos, seléucidas, romanos, bizantinos, árabes, cruzados, mamelucos y otomanos para luego caer en manos de los franceses.
Desde la independencia de Líbano, la población predominantemente shiita ha sido invadida por Israel en 1978 y en 1982 y ha estado sujeta a la ocupación del Ejército Cistiano del Sur del Líbano creado y apoyado por Israel bajo el respaldo de Estados Unidos. No es de sorprender que los miembros del Hisbollah tiendan a ser más fácilmente confiables que los occidentales de por aquí.
Un mollah tradicional shiita y un moderno Mercedes cruzandose una calle de Tiro simbolizan la incómoda tregua que permanecerá sólo como una tregua mientras que los palestinos sean relegados a discontinuos "Bantustanes" al interior de su propio territorio para servir como mano de obra barata y mercado monopolizado para sus amos israelitas.
Yo estaba realmente feliz por haber podido ver esta avenida romana pavimentada con bloques de mármol y bordeada con columnatas en el sitio arqueológico de Al Mina a orillas del mar.
Tiro, no obstante, estaba demasiado cerca de Israel para mi tranquilidad y me alegró retirarme por esta avenida hacia Beirut.
