Capital: Honiara
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Los exploradores y los misionarios que visitaron las Islas Salomón desde el siglo XVI en adelante, fueron rechazados por las poblaciones hostiles y caníbales con el resultado que el archipiélago fue colonizado cerca del final del siglo XIX, cuando se convirtió en un protectorado británico en 1893 (como respuesta a la competencia alemana y francesa). Las tradiciones guerreras de los melanesios persistieron un poco calmadas bajo el protectorado hasta la invasión japonesa en 1942. Esto fue seguido por una batalla sangrienta de seis meses ganada por los americanos en 1943. Sesenta y siete barcos de guerra se hundieron, los japoneses perdieron 40 000 hombres y los americanos 7 000. La capital Tulagi, la cual había sido destruida durante la guerra, fue reemplazada por Honiara en la isla de Guadalcanal en donde los americanos habían construido una base militar. Después de la guerra, los isleños de Malaita hicieron conocer su deseo de autonomía, los británicos introdujeron asambleas regionales y eventualmente establecieron un Consejo Gubernativo en 1970. Finalmente se les concedió la independencia en 1978. Desde entonces, el país ha sido dirigido más o menos correctamente a pesar de las fuertes rivalidades entre las islas. Actualmente, Honiara está asediada por un conflicto que opone a las comunidades tribales de la isla que son los propietarios tradicionales del 90 por ciento de la tierra con los ocupantes ilegales de la aledaña isla de Malaita quienes se han establecido en la región para trabajar en la capital. La gente de Guadalcanal ahuyentaron a los malaitanos hace algunos años pero debido a que éstos no pudieron encontrar tierra libre en Malaita, regresaron fuertemente armados y unos cuantos cientos de ambas partes murieron en la lucha. Había una especia de tregua cuando estuve ahí pero no era seguro irse a las afueras de la ciudad. Por ello, no pude visitar los pueblos del interior como era mi intención hacerlo, así que fui a visitar otra isla, Gizo, en la parte noroeste del archipiélago. El gobierno parece ser impotente ante este conflicto. La fuerza policíaca está involucrado debido a que los oficiales de policía se rehusaban a arrestar a los miembros de su propia comunidad. Nadie sabe cómo terminará esto. Muchas armas, mucho desempleo y una fuerza policíaca débil contribuyen a que Honiara sea una especie de "Oeste Salvaje" en donde no es sabio salir de noche por el momento. Incluso durante el día, uno debe cuidarse las espaldas. El asistente del Alto Comisionado para Nueva Zelanda fue asesinado mientras yo estaba en Gizo. Cuando me fui el 22 de marzo, habían rumores que Nueva Zelanda podría mandar fuerzas armadas para re establecer el orden. |
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Desde Port Vila, cambié de avión en Nadi y viajé hacia Honiara, aquí en la costa norte de la isla Guadalcanal.
El mar en frente de Honiara ha sido llamado "Estrecho de Fondo de Hierro" debido al gran número de barcos de guerra, mayormente japoneses, que se hundieron durante la Segunda Guerra Mundial. Medio siglo después, las ruinas incrustadas con corales proveen refugio para multitudes de peces tropicales y se han convertido en grandes atracciones para los buceadores.
Mi vuelo desde Nadi llegó a las 11:30 de la noche así que tuve que pagarle a un taxi el equivalente de US$8 por el corto recorrido que me hubiera costado 40 centavos en el minibús durante el día.
Guadalcanal tiene muchos hoteles lujosos con precios igualmente lujosos como éste, el Hotel Mendana que está en el centro de la ciudad. Siendo de naturaleza modesta y sin tener necesidad de impresionarme, decidí quedarme en el albergue United Church Resthouse en lugar de quedarme aquí.
No podía tener acceso a la playa Mendana, pero tuve el privilegio de conocer personas amigables y sencillas que me hicieron sentir bienvenido y quienes tenían la libertad de contarme acerca de las dificultades que la crisis actual les causaba.
El albergue United Church Resthouse no tenía playa pero estaba colina arriba atrás de Honiara en donde había una agradable brisa que definitivamente era un valor agregado en este clima caliente y pesado. Esta era la vista desde la galería.
A mi lado, mi anfitrión Jeffrey Simbe y su familia.
Alistar Melaou también se hospedaba en el UCRH quien era uno de los policías de seguridad del aeropuerto.
Los restaurantes de comida rápida del centro comercial Plaza en el centro de la ciudad, estaban construidos en la parte de afuera en el estilo tradicional para armonizar con el Museo Honiara al otro lado de la calle.
Aquí tenemos uno de los edificios del Museo Honiara.
Ejemplos de la arquitectura de las Islas Salomón se encontraban en exhibición en el terreno del museo.
Hubiera sido más interesante si hubieran habido letreros que dieran información acerca de estas casas. De todas maneras, tomé fotografías.
Aquí está otra casa tradicional, ésta con un plano de suelo ovalado.
¡Esta pequeña debió ser para familias sin hijos!
No muy lejos del museo se encuentra el Centro Cultural de Honiara y la Galería de Arte los cuales también exhibían arquitectura tradicional de la isla.
Esta bella estructura era una excepción debido a que tenía una pequeña señal que indicaba que este estilo provenía de Papuasía-Nueva Guinea.
El Centro Cultural tenía un escenario, pero no estaban presentando ningún espectáculo durante el tiempo que estuve ahí.
Muchos isleños de las Islas Salomón son adictos a mascar nueces betel las cuales las venden estos vendedores callejeros.
Una gran variedad de transbordadores, grandes y pequeños, conectan a Honiara con las otras islas del archipiélago.
Aquí hay dos más.
No pude viajar afuera de la capital debido a la crisis así que decidí visitar las islas que están al oeste. Volé hacia Gizo, con escala en Seghe para recoger a dos pasajeros, y reservé un camarote en el trasbordador por mi viaje de regreso a Honiara.
Habían pocos pasajeros. Los sucesos del 11 de septiembre redujeron el número de turistas en todos lados y la lucha de Honiara los mantuvo lejos de las Islas Salomón.
Munda era la escena de una feroz lucha antes que sacaran a los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Muchas de las pistas de aterrizaje que actualmente están en uso en las islas del Pacífico, inicialmente fueron labradas en la jungla para propósitos militares, algunas fueron hechas por los japoneses, otras por americanos.
El acceso a Gizo (el pueblo), en la Isla Ghizo vía aérea es a través de este pequeño aeropuerto en la aledaña Isla Nuse Tupe.
La baja isla en primer plano, en esta vista desde el transbordado hacia Gizo, es la isla Nusa Tupe y el volcán en el distante fondo es probablemente el Monte Mase en la Isla New Georgia.
El barco de Solomon Air embarca en el muelle público en frente del mejor hotel del pueblo, llamado apropiadamente Hotel Gizo.
Gizo, un lugar tranquilo de 4 000 habitantes, es el segundo pueblo más grande después de Honiara que tiene únicamente 40 000.
El mercado de pescado, a la par del muelle público, es más rudimentario que el mercado de frutas y vegetales que se establece bajo refugios los cuales se ven en el fondo, del lado izquierdo.
El Hotel Gizo era muy bonito, pero encontré un lugar igual de bello por la décima parte del precio (sin aire acondicionado, por supuesto).
El edificio administrativo y el cuartel general de la policía también se encuentran en el centro de la ciudad no muy lejos del muelle.
Decidí quedarme en el albergue Rekona Resthouse en donde tenía una agradable habitación con vista desde el balcón y con uso de cocina, por el equivalente a US$7.
Yo era el único huésped cuando llegué, pero después un jefe de una tribu de una isla aledaña y sus dos asistentes vinieron a Gizo para una reunión regional y pude hablar con otras personas además del propietario Ivan a quien puede ver en las escaleras de esta fotografía.
En las vísperas de mi planeada salida hacia Honiara, me enteré que el trasbordador Tomoko en el cual había reservado mi pasaje, no saldría ese día.
Cuando traté de averiguar por qué, varios de los miembros de la tripulación me dieron muchas explicaciones vergonzosas tales como: "no hay dinero para combustible" o "no hay suficiente carga y pasajeros para que el viaje valga la pena" o también, "el capitán está enfermo". Finalmente, después de mucha insistencia, me enteré que la tripulación que era de Guadalcanal había sido amenazada por los malaitanos quienes demandaban dinero por protección para dejarlos atracar en Honiara. Los disturbios políticos siempre son una buena excusa para que el crimen ordinario levante su fea cabeza.
No tuve más opción que tomar un avión de regreso y tuve la buena suerte que el avión no estaba lleno. El asistente del Alto Comisionado de Nueva Zelanda había sido asesinado mientras yo estaba lejos y el pueblo estaba llena de rumores y especulaciones acerca del motivo político o simplemente criminal del acto. Después de unos días más, tomé un vuelo de regreso a Nadi.