Edilene y yo tuvimos que cruzar el Río Negro para llegar a Manacapuru. Tomamos el trasbordador el sábado por la mañana en Raimundo, un suburbio al oeste de Manaos y desembarcamos en Cacau Pirera donde el bus nos llevó hasta el cruce de los ríos Manacapuru y Solimoes a unos 75 kms de distancia.
El clima parecía amenazante por un momento pero estuvimos de suerte y tuvimos un buen clima durante el fin de semana salvo por unas pocas lloviznas. Los canales naturales tales como este "igarapé" permiten que el agua entre por la tierra y salga de ésta según las estaciones.
Aquí y allá a lo largo del camino había granjas aisladas como ésta y unos pocos hornos de ladrillos donde existía la arcilla adecuada.
Esta foto muestra cómo el estar bien informado se vuelve esencial en la era de la comunicación global en la que nosotros estamos entrando al siglo XXI venidero. Usted puede ver una escena similar en una foto que tomé en Sumbawa Besar (Indonesia) que se muestra en mi relato del viaje de 1996. Aquí otra vez, el gasto en equipos electrónicos es obviamente más grande que lo que se gasta en la casa!
Estuve encantado de conocer a la gente amistosa de Manacapuru y más particularmente a la familia de Edilene. Aquí estamos con su hermana y su madre frente a la casa de su madre. Los Caboclos tienen familias grandes, el padre de Edilene tenía doce hijos con su madre y seis más con su segunda esposa.
El vigoroso padre de Edilene de 72 años de edad, Epaminondas y su segunda esposa Clarisse llevan adelante esta tienda. Estuve buscando un hotel pero ellos me ofrecieron alojamiento por la noche así que gustosamente acepté su hospitalidad.
Aquí están Epaminondas, Clarisse y Edilene frente a su casa. Epaminondas hablaba únicamente portugués, Clarisse hablaba un poco de español y Edilene hablaba inglés de modo que podíamos comunicarnos.
Mirando hacia abajo en el matadero regional desde el malecón del río. El ganado espera en el redil a la izquierda para ser sacrificado. El acto se lleva a cabo sin conmoción y las bestias son limpiadas y cortadas en cuatro pedazos delante de sus ojos. Todo esto es muy eficiente, rápido y limpio, la sangre es lavada por la corriente rápida del río Solimoes.
Los pedazos preparados son inmediatamente llevados al malecón para la distribución a los comerciantes de carne minoristas de la región.
Se pierde poco tiempo. La carne debe ser distribuida, comerciada y cocinada sin mucha demora en este calor porque hay pocas refrigeradoras por aquí. Mi visita a este lugar fue una hermosa experiencia pero muy corta porque tuvimos que regresar el domingo.
Este trasbordador que sale de Cacau Pirera estaba yendo a Manaos pero tomamos un pequeño bote que era más rápido.
Mi amiga Edilene Menezes.
Su servidor después de un agradable fin de semana.
Como todo lo bueno se acaba, llegó el momento de tomar mi vuelo de regreso a Montreal vía Guayaquil, Miami y Toronto. Escogí esta vista del Distrito de los Educandos cerca de mi hotel como un símbolo para recordar Manaos y las aguas negras del Río Negro.