Fui sorprendido gratamente al descubrir la bella Arequipa después del largo y polvoriento viaje a través del desierto costero que me trajo hasta aquí desde Nazca.
Hay muchos lugares baratos para quedarse en Arequipa. Obtuve una habitación confortable por 4.65$ en el Hostal Niko no lejos de la Plaza de Armas.
Disfruté de Arequipa, la arquitectura colonial tenía mucho encanto, había varias iglesias antiguas magníficas y el Convento de Santa Catalina definitivamente era digno de visitar.
Lo más importante es que la gente me pareció más amable y me sentí más seguro que en Lima cuando deambulaba por las calles y disfrutaba de los lugares de interés, tales como el Monasterio Franciscano.
Como probablemente ya lo he mencionado, me encanta el paisaje de montaña. Por esa razón me levanté muy temprano a coger el bus local de las 4:30 am para Cabanaconde al borde del Cañón de Colca, siete horas al nor-occidente the Arequipa.
Desde Arequipa, a 2350 metros, el bus sube a 4800 metros antes de descender a Chivay a 3700 metros en el borde del Cañón de Colca.
Se pone muy frío en la altiplanicie que frecuentemente está perdida en las nubes como ahora. Fui más afortunado al regreso porque alcancé a vislumbrar la vista que me había perdido en el camino de ida.
Chivay es un pueblo bastante grande con un mercado concurrido incluso los lunes, cuando yo estuve allí.
Me sorprendí al ver tanta gente en este aislado lugar a 160 Kms de Arequipa. En realidad Chivay no es tan aislado como parece porque el cercano Cañón de Colca está cultivado por terrazas, y ha sido habitado por siglos.
Hay algo mágico al descubrir este Valle Perdido en las alturas de los Andes, en medio de la nada y rodeado por inhóspitas cumbres.Se parece mucho a cuando uno se tropieza con un exuberante oasis en el medio del Sahara o de Gobi.
El camino sigue el borde meridional del cañón y se angosta y profundiza yendo al oeste hacia Cabanaconde.
Más al oeste se vuelve realmente profundo, más profundo que el Gran Cañon de Nevada. A diferencia del salvaje Gran Cañón, en el Cañón de Colca se ha cultivado por terrazas y ha sido habitado quizás por un período de 2000 años. El desarrollo de la agricultura en la altura de los cañones y valles andinos obviamente requiere de estructuras sociales estables lo suficientemente fuertes para lograr y controlar la labor colectiva requerida para construir el extenso sistema de terrazas que todavía está habitado como pueden observar en las próximas dos fotos.
Las sigientes dos fotos fueron tomadas desde un sitio llamado El Cruce del Cóndor no muy lejos de Cabanaconde. Alcancé a ver a uno de los enormes cóndores pero si al tiempo hubiera sacado mi cámara no lo hubiera podido ver por más tiempo.
Había otros dos mochileros en el bus, los otros pasajeros eran todos lugareños. Los tres, el chileno Carlos Gonzales Shanel, el italo-suizo Aldo Crivelli y yo nos comimos un pollo preparado especialmente para nosotros por el único restaurante de Cabanaconde y nos divertimos de lo lindo.
Se sabe muy poco sobre las civilizaciones antiguas que organizaban la vida en las frías tierras altas y en las áridas zonas costeras peruanas, no sólo porque no tenían escritura sino porque la absolutista iglesia Católica española se dedicó extensamente a erradicar todas las huellas de creencias y culturas diferentes a la suya. Fue muy exitosa al imponer su poder y movilizar los esfuerzos colectivos locales para edificar sus iglesias, monasterios y conventos pero fracasó al no poder eliminar completamente las antiguas creencias de las mentes de sus súbditos indígenas.
Casi todos los amerindios han conservado su lengua original que es el Quechua en todas partes excepto alrededor del Lago Titicaca donde se habla el Aymara. En general ellos han mantenido bien sus costumbres y tradiciones y en algunas áreas remotas, una gran proporción de personas no se ha tomado la molestia de aprender el Español.
Al igual que en cualquier otro lugar en Sur América los descendientes de los que sobrevivieron a la Inquisición son todos Católicos Romanos sólo de nombre. Aquellos que sobrevivieron a la persecución de los infieles y los herejes lo hicieron dándole a sus antiguas deidades, los nombres de santos católicos para disfrazar la práctica de los cultos prohibidos que aún continuaba.
La mitad de los 20 millones de habitantes de Perú son campesinos (y otro tercio son mestizos). Las ricas élites gobernantes, predominantemente blancas, y los generales que nunca se quedan atrás, no parecen reconocer esa cara oculta de la realidad peruana. No es sorprendente que los movimientos rebeldes como Sendero Luminoso y Tupac Amaru se presentaran en ese contexto.
En el orden habitual, Carlos Gonzales Shanel, Aldo Crivelli y yo parados afuera del Hostal Solarex donde habíamos pasado la noche por 1$.