Capital: Bogotá
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Cuando llegaron los españoles, Colombia, al igual que Venezuela, estaba habitada, en gran parte, por cazadores primitivos y recolectores, con excepción de diversas civilizaciones indígenas que habían alcanzado altos niveles de desarrollo social y cultural, en pequeñas áreas relativamente aisladas. No había imfluencias de unificación como en las hegemonías Chavin, Huari e Inca que habían dominado los Andes más al sur en varias ocasiones. Divididos como estaban, los Tayronas y Sinúes en la costa norte, los Muiscas, Tolimas y Quimbayas en las montañas centrales y los Calima, Tumaco y Nariño más hacia el sur, muy poco pudieron hacer para detener el avance de los españoles que los manipularon hasta hacerlos enfrentar unos contra otros. Colombia tiene un largo historial de conflictos violentos internos entre Liberales y Conservadores. Incluso hoy las divisiones regionales son más profundas en Colombia que en ningún otro país suramericano. Por ejemplo, los ciudadanos de Antioquia son extremadamente orgullosos de ser antioqueños y piensan mal de los colombianos que viven en otras partes; lo mismo también ocurre con los residentes de la mayoría de los departamentos del país. Los colombianos son tan divididos que los cerca de doce movimientos guerrilleros no parecen ponerse de acuerdo en su lucha contra el gobierno. |
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Viniendo desde Mérida entré a Colombia por Cúcuta, lugar donde Simón Bolívar fue nombrado Presidente de la Gran Colombia, por un congreso constituyente en 1821, en reconocimento por haber dorrotado a los españoles en la Batalla de Boyacá en 1819.
Actualmente, Cúcuta es una peligrosa población fronteriza donde no es recomendable quedarse. No sé si la mala reputación de la ciudad era justificada o no, sin embargo tomé un bus dirctamente hacia Bucaramanga después de pasar por los formalismos de la frontera.
No me quedé por mucho tiempo en Bucaramanga pero en realidad me encantó ese lugar. Cuando estaba haciendo un recorrido al azar en un bus de la ciudad, una niñita de colegio vino hacia mi, me miró a los ojos y dijo "Están bonitos los ojos" y luego retornó a su silla con sus amigos. Yo estaba inmensamente halagado y por supuesto que decidí que Bucaramanga era un excelente lugar...
En Bogotá me quedé con la familia Bernal, amigos de Carlos, mi amigo colombiano de Montreal. Fue una linda experiencia ver como estas alegres personas disfrutan la vida y hacen chistes todo el día a pesar de la violencia que los rodea.
Esta es mi silueta frente a la Catedral en la Plaza de Bolívar, en el centro de la ciudad vieja. Bogotá es una ciudad fascinante pero peligrosa con una población de más de 6 millones de habitantes. El centro y el moderno nor-este son relativamente seguros, al menos durante el día, pero es mejor evitar la mayoría de los subirbios si no se vive allí.
Y esta es la silueta de mi amiga Irma Bernal frente al edificio de la Alcaldía, también en la Plaza de Bolívar. Bogotá está ubicada en las montañas a una altitud de 2600 metros así que es fría en las noches, incluso durante el verano del hemisferio sur ( que por supuesto, corresponde a nuestro invierno).
En Bogotá tuve suerte ya que Irma sacó un tiempo para mostrarme la ciudad vieja, sus plazas, iglesias y numerosos museos, algunos de los cuales son muy destacables, particularmente el Museo del Oro.
Después de unos pocos días en Bogotá, me dirigí a Manizales y luego a Medellín donde me quedé en el hotel Gómez Córdoba, que aparece en la foto. El paisaje, cruzando la Cordillera Central hasta llegar aquí fue realmente espectacular pero desafortunadamente mis fotos no quedaron muy bien.
Cuando estuve allí, Medellín era el centro del narcotrafico que más tarde se trasladó a Cali. Medellín tenía una reputación de violencia entre narcotraficantes pero yo no ví nada de eso. La ciudad, también posee varios museos y galerías de arte excelentes que visité.
También pasé por la Universidad de Antioquia para charlar con los estudiantes y visitar el Museo de Antropología cuya colección de cerámica precolombina resultó muy interesante.
Al dejar Medellín, me fuí para el sur a lo largo del río Cauca que fluye hacia el norte entre las cordilleras Occidental y Central desde su nacimiento cerca de la frontera con Ecuador. Paré en Pereira, un lugar más pequeño pero más relajado que Bogotá o Medellín.
Este es el Parque de la Libertad, debajo a la izquierda está la calle 8 y a la derecha, el Parque del Lago.
Más al sur, pasé unos días en Cali, con la familia Vásquez, parientes de mi amigo Carlos en Montreal. Cali es una ciudad grande y moderna en el centro de un área agrícola muy fértil que en su mayoría produce azucar pero también algodón, tabaco, maíz y café.
A mi lado, Myriam Vásquez con su hija, también llamada Myriam, y su novio Alejandro, visitando el Museo de la Caña de Azúcar cerca a Cali.
Al día siguiente fuimos a visitar un centro recreacional que tiene el sindicato de maestros para sus miembros en Yanaconas, a unos 10 km de Cali. Conmigo aparecen Myriam y su hermana Elvira y delante del horno, están Mónica, otra hija de Myriam, y su novio Juan Carlos.
En Colombia la violencia está en todas partes y es usual escuchar disparos en la noche en las grandes ciudades como Bogotá, Medellín o Cali. En Cali conté cerca de 13 disparos alrededor de la 1 de la mañana un sábado en la noche y 4 o 5 más alrededor de las 6:00 de la mañana. La policía parece tener poco control sobre los narcotraficantes y delincuentes comunes en las ciudades. Ese domingo en la noche las noticias reportaron 53 muertes por disparos o puñaladas en Cali, solamente, durante ese fin de semana. AH!!!
El campo no está exento. Este pacífico paisaje montañoso en la ruta Cali- Popayán puede llegar a convertirse en un campo de batalla en cualquier momento si uno de los varios movimientos guerrilleros en competencia llega a ser perseguido por el ejército en esta zona. Mis amigos colombianos me han explicado que es una característica nacional, ser altamente individualistas y que la lealtad de la gente está orientada hacia su propia provincia, antes que hacia el país. Son tan individualistas que incluso los guerrilleros no pueden llegar a un acuerdo para coordinar su lucha contra el gobierno.
Esta es la Casona del Virrey donde me quedé en la hermosa ciudad colonial de Popayán por sólo 5$ la noche.
Abajo, a la izquierda, el bello patio de la Casona del Virrey y a la derecha, una calle cercana con una de las tantas iglesias de la ciudad.
Pasto fue mi última parada en Colombia antes de cruzar la frontera con Ecuador, entre Ipiales y Tulcán. Aquí tienen costumbres muy originales. El 5 de enero, el "Día de los negros" todos tratan de untar de grasa negra el rostro de los demás. El días siguiente es "Día de los blancos" y se lanzan harina, unos a otros. El 5 de febrero es agua lo que se arrojan.