Después de unos pocos días en La Paz, decidí cruzar los Andes para tener una vista de la cuenca Amazónica en el otro lado. Mi mini bus tomó un camino de tierra muy estrecho que ascendía primero al paso "La Cumbre" a 4725 metros antes de descender hasta el pueblo de Coroico a tan solo 1525 metros de elevación.
La subida fue de pararse los pelos y las vistas espectaculares, como pueden ver a continuación.
En muchos lugares el camino ha sido labrado desde una superficie puramente vertical
y en ocasiones pasaba debajo de cataratas como se ve en la foto anterior izquierda.
Fue una experiencia única. Las reglas del camino también lo eran. Los
vehículos que iban cuesta abajo tenían que estar sobre el borde exterior
del camino lo suficientemente lejos como para permitir el paso a aquellos que iban
cuesta arriba, sin tener que detenerse. Tenía sentido, pero bordear el abismo
para permitir el paso a un gran camión era más que adrenalínico.
Recomiendo sinceramente Coroico no solo por el emocionante viaje sobre los Andes sino también por su clima y atmósfera amigable, relajada.
A 1525 metros, es más cálido que La Paz pero sin el calor húmedo de la selva Amazónica metros debajo.
Este pueblo encantador ha sido adoptado por los turistas aunque no hay muchos de ellos debido al terrible camino que debía sortearse para llegar allí.
Clasifico a Coroico como uno de los momentos notables de mi viaje a Sudamérica.
Tuve un cuarto lindo con una vista estupenda en el hotel Kory for 4.40US$.
El Kory fue un lugar amigable con un bello restaurante y piscina. Un buen lugar para conocer a amigos turistas como las simpáticas Raquel de Santiago y su hija Inez de Arica Chile.
Aquí también conocí a Fabio Marchessini de Buenos Aires, quien estuvo tan fascinado como yo con la fabulosa historia de la civilización Tiahuanaco y del imperio Huari.
Todos los buenos momentos tienen un final, entonces retorné a La Paz por la misma ruta mala y sentí la misma ráfaga de adrenalina al hacerlo. Después de dos días tomé este ferrobus hacia Arica en la punta norte de Chile.
Estuvimos retrasados porque hubo un descarrilamiento de la línea el día anterior, de modo que tomó 15 horas cubrir los 450 km de distancia hasta la costa del Pacífico en Arica.
Fue un viaje largo pero placentero, con un grupo de mochileros amables para conversar y con vistas hermosas del altiplano para disfrutar durante el camino.
Aún estaba iluminado cuando fuimos atraidos a Visviri a 4100 metros después de cruzar el límite con Chile, pero tuvimos otro retraso allí y la noche hizo que nos perdiésemos el descenso espectacular de 4200 metros desde el Altiplano hasta el nivel del mar oeste de la estación de Puquios.