Me instalé en el concurrido "microcentro" mientras que mis amigos
Jean y Louise de Montréal arrendaron un apartamento en el elegante sector de
Palermo. Disfrutamos de unas cuantas salidas juntos, entre éstas una visita
a la feria de Mataderos un sábado por la noche.
Fue mi amigo Jorge el que sugirió que visitáramos la Feria de Mataderos a la que asisten principalmente los lugareños y no los turistas.
"Mataderos" como su nombre lo indica viene de matadero. Los gauchos acostumbraban arrear su ganado a caballo desde las pampas hasta la zona de la ciudad para ser sacrificado y procesado en los "frigoríferos" (plantas de empacado de carne) para la exportación y entrega en la capital.
Estas carretas de ruedas grandes que acompañaban los arreos de ganado ya no se necesitan puesto que éste viaja cómodamente en camión. Las reses llegan descansadas con la carne aún tierna...
El museo local tiene varias exhibiciones interesantes como esta réplica de la cocina de una granja con un tradicional horno de leña.
Obviamente, las ferias proporcionan una ocasión para que los artesanos ofrezcan sus trabajos hechos a mano en numerosos puestos.
Debí haber probado el queso de esta señora para ver si tenía un sabor más fuerte que el de los quesos de los supermercados que me parecieron bastante desabridos.
Los desfiles siempre son una gran atracción.
El candombe era originalmente una danza ritual religiosa de origen africano que atrajo a un gran número de esclavos y sus descendientes en Uruguay. Los rituales fueron prohibidos y severamente castigados por la población católica blanca a finales del siglo XIX bajo argumentos de inmoralidad pero los habitantes negros de las barriadas de Montevideo conservaron sus danzas y el sonar de sus tambores.
El candombe uruguayo debió ser inmoral para los estándares del siglo XIX pero es animado e interesante de ver.
Los valores cambian en países que evolucionan con los tiempos. Aquí, esta chica dorada es sencillamente linda para mirarla y nadie está escandalizado.
Estuve en el medio oriente el año pasado y puedo imaginarme la violenta reacción de los fundamentalistas islámicos frente a este desfile en Muscat, Qatar o Kuwait.
Más arriba, estos artistas estaban bailando una música diferente pero igual de animada.
Eran muy buenos y atrajeron una enorme multitud.
Incluyendo a muchos niños que estaban absolutamente cautivados con sus fantásticos actos.
Yo estaba impresionado con este grupo como pueden ver por la cantidad de fotos que escogí para mostrar.
Y luego, otro grupo más nos dio una gran función teatral.
Finalmente nos pusimos en la seria tarea de disfrutar de la famosa carne de res
argentina por supuesto, con varias botellas del excelente vino de Mendoza.
Esa noche en Mataderos nuestro equipo resolvió todos los problemas sociales, económicos, políticos y metafísicos del mundo.
Como pueden ver, Jorge, su encantadora esposa Nélida, Louise, yo, y Jean estábamos muy orgullosos de nuestros logros de la noche.