Los suburbios de N'Gaoundéré no eran pueblos miserables de ranchos como los de Yaoundé que atraen mucha gente pobre del campo.
Tomé muchas fotos desde mi silla detrás del conductor en el lado sombreado del bus.
Aquí está un complejo familiar aparentemente próspero al empezar una aldea de cabañas.
Estas pilas blancas son algodón recién cosechado esperando ser recogido por la asociación algodonera de la aldea para venderlo a Sodecotton, una empresa paraestatal que lleva a cabo el primer procesamiento y comercializa la fibra limpia y el aceite de algodón para uso local y exportación. En Camerún, 350 000 pequeños granjeros producen 230 000 toneladas de algodón al año.
Éste es el hábitat normal de los pequeños granjeros en el norte de Camerún.
Y aquí está otra foto de una pequeña aldea tomada desde la ventana abierta del bus.
Entrando a Garoua, a más de medio camino entre N'Gaoundéré y Maroua. Noten la estación de buses a la izquierda.
Los mercados siempre son un buen lugar para observar gente y para conocer alguna cuando las circunstancias son las correctas. De todos modos, siempre son un buen lugar para tomar fotos.
Ambos, los pasajeros adentro y las mercancías arriba, son cargados hasta el máximo límite en estos mini buses.
Las esterillas de fibra para orar encuentran un mercado dispuesto en el norte, predominantemente musulmán.
El nivel del agua está obviamente más bajo ahora que en la estación húmeda (abril a septiembre) pero este río no está seco todavía y aún atrae a mucha gente para lavar sus ropas y para bañarse ellos mismos.
La gente en esta granja seca tiene que esperar más de dos meses para que las primeras lluvias empiezen en abril.
Las raíces profundas del sorgo le permiten crecer y sobrevivir en la estación seca donde el maíz y el trigo perecerían.
En el norte, cada aldea tiene su mezquita así sea modesta.
En Maroua escogí el Hotel Fety al que se puede ir caminando desde la estación de buses por encima del Auberge Faric, más barato y cercano pero aislado por un callejón oscuro.
Tenía una habitación con baño por 14 $US.
Paré a dar una vistazo al "Relais de la Porte Mayo", el mejor hotel de la ciudad, de paso hacia la Grande Mosquée al otro lado del río Kaliao.
EL río Kaliao estaba completamente seco cuando estuve allí en enero.
Aquí está la vieja Grande Mosquée de Maroua. Hay otra Grande Mosquée más nueva en la parte este de la ciudad.
Tan pronto tomé esta foto, conocí a Bello Hayatou, un joven graduado en ciencias veterinarias quien me mostró el camino al Palacio del Lamido local.
Aquí está Bello frente al Lamidat de Maroua.
No podría haber encontrado un mejor guía. Era una verdadera enciclopedia en la historia de Maroua y su Lamidat. Además, era pariente lejano del Lamido y conocía a la mayoría de los notables locales.
Abajo a la izquierda, Bello, Tchamaki (Jefe de la caballería) y yo y a la derecha, Bello y su novia Djenabou.
Los notables, de los cuales unos pocos se ven aquí sentados en la sombra, todos tienen títulos y funciones tradicionales que les traen más honores que lo que les cuesta a ellos el trabajo. Entre ellos podemos mencionar:
El Alkali- el juez,
el Kaïgama- el Primer Ministro,
el Lamido Tchondé- el Ministro de Defensa,
el Magdadji- el Ministro del Interior,
el Sarki Saun- el Ministro de ganadería,
el Sarki Fada- el Consejero del Lamido,
el Sarki Jongo- el Anfitrión de visitantes,
el Tchamaki- el Jefe de la caballería,
el Garkonwa- el Jefe de los espías del Lamido,
el Kefa, el Ayudante del Lamido,
y muchos otros.
Bello arregló que yo conociera a Su Majestad Bakary Bouba, el Lamido de Maroua que tuvo una relajada conversación conmigo sobre los deberes del Lamido y su lugar en las estructuras del estado moderno.
Le conté como Pedro el Grande visitó la mayor parte de Europa de incógnito, disfrazado de trabajador de varios oficios, y le prometí que con gusto lo recibiría en mi casa y le mostraría Montreal si quisiera intentar una aventura de esas. (le confirmé por e-mail y aún estoy esperando su respuesta).
Cuando le dije que pondría su foto en Internet él se ofreció a ponerse su traje tradicional si yo regresaba más tarde. Me alegra haberlo hecho porque las fotos de abajo son sorprendentes.
Viajé con otras 15 personas en este minibús rojo desde Maroua hasta Kousséri en el lado camerunés del río Chari frente a N'Djamena en Chad.
La parada aquí para descargar algunas mercancías nos dio a todos una muy bienvenida ocasión para estirar nuestras piernas.
Tengo la plena seguridad de que este aldeano vestido tradicionalmente prefiere los viajes modernos en bicicleta en lugar de caminar.
Estas cabañas redondas con muros de barro y techos en paja son el hábitat estándar no sólo aquí sino también en la mayor parte del seco sahel.
Obviamente, la mezquita local está construida mucho más sólidamente que las cabañas de los campesinos.
¡Esto me recuerda las grandes iglesias de mampostería rodeadas de casas de madera sin pintar en las pobres aldeas pesqueras de la península de Gaspé en la Quebec llena de sacerdotes de hace cincuenta años!
La vida en las aldeas siempre se centra en la carretera donde sólo hay una.
En Kousséri tomé un taxi camerunés hacia la frontera donde perdí una hora pasando por inmigración y aduana en ambos lados del río y luego tomé un taxi chadiano hasta N'Djamena.