Al fin, las afueras de Timbuktu, esa ciudad desierta cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de lejanía y aislamiento. No es ninguna sorpresa que haya adquirido esa reputación, ya que las carreteras que van hacia fuera están tan malas como la que va hacia dentro, la cual ustedes ya han visto. Se puede llegar a la aldea de Kabara en el Níger con botes de pasajeros cuando el río esta alto, pero eso esta a 13 km de aquí.
Timbuktu en su apogeo, durante el gobierno de la Dinastía Askia del Imperio Songhai (1468 - 1591), era un brillante centro de la cultura islámica y un mercado importante; lugar donde oro y esclavos del sur se intercambiaban por sal, comida y caballos del norte. Timbuktu nunca se recuperó de la invasión de Marruecos en 1591, seguida de la pérdida de control del comercio que los había enriquecido. Ahora los comerciantes se han marchado y solamente es un centro administrativo para el norte, una región de importancia secundaria para el Mali de hoy en día. Los brillantes eruditos islámicos también se han ido y los ha reemplazado la escuela de secundaria francesa que vemos aquí.
Hay un número de sitios que ver, pero el turismo no está muy desarrollado, considerando la lejanía exótica del lugar. Únicamente hay dos hoteles, el Bouctou que se muestra aquí, en donde me quedé por diez dólares la noche, y el Azalaï que es unas cuatro veces más caro.
Timbuktu fue fundado alrededor del 1100 D.C. por los nómadas Tuareg, quienes decidieron acampar aquí por los pozos, similares a éste que se ve desde la azotea del Hotel Bouktou. Un siglo más tarde, el Imperio Mali se la quitó a los Tuareg y rápidamente se convirtió en un centro para el comercio norte-sur.
A finales del siglo XIII, el sultán Mali, Mansa Musa, construyó la mezquita Djingereyber en el estilo tradicional saheliano de lodo-seco. Desde entonces, se ha reconstruido varias veces y hoy tiene esta apariencia.
La mezquita Sidi Yahia se construyó alrededor de 1400, en el centro de la ciudad, en un estilo extranjero para la región de sahel.
La mezquita Sankoré que se construyó un siglo más tarde, incorpora una torre saheliana con muros almenados, inspirados por la arquitectura norteña.
Los ladrillos de lodo secados al sol duran poco tiempo, así que es muy poco lo que queda del Timbuktu original que tenía una población de 100,000 en el siglo XV. Una pequeña sección central de la ciudad conserva calles estrechas y cierta atmósfera del pasado; pero la mayoría, dentro de las 15,000 personas que hay hoy, tienen casas en calles africanas lisas de tamaño normal como ésta.
Me han dicho que las comodidades dentro de estos complejos modernos pueden ser lujosas, pero no tuve la suerte de conocer alguien que pudiera enseñarme alguno. Me hubiera encantado ver el interior de éste.
Cuando los negocios van lentos, las personas se deprimen... o se vuelven astutas. Definitivamente los negocios iban mal cuando estuve allá cerca de finales de febrero. Había muy pocos turistas y los pocos que conocí que no habían venido con un grupo organizado de turistas, estaban buscando un transporte a precio razonable para regresar a la civilización.
Una pareja australiana, Jane y Peter, también estaban buscando un transporte hacia Mopti, así que unimos fuerzas. Aparentemente, los dueños de las 4x4 formaron una asociación y escogieron un despachador, Abraham Bourema, para limitar la competencia de precios y distribuir todos lo clientes disponibles dentro de ellos. Tuvieron éxito en arreglar un precio mínimo de US$30 por viaje hacia Mopti, pero le dio libertad a todos para pelearse por clientes que pudieran ser embaucados para pagar más. ¡Conocía un joven mochilero americano que pagó US$100 y oí de una señora suiza que había pagado US$200 para salir a tiempo para tomar su vuelo a Bamako!
Peter, Jane y yo nos rehusamos a caer en esa acción precipitada y, después de esperar tres o cuatro días, Bourema arregló un transporte para nosotros con la tarifa estándar. Eran casi las 5 en punto de la tarde cuando no fuimos. Un 4x4 como éste, nos llevó a Kabara en donde cruzamos el Níger en un "pinasse" y nos encontró otro 4x4 que nos llevó a Mopti. Tuve suerte y conseguí un asiento en la cabina.
Este es el bote llamado "pinasse". Vienen en varios tamaños, pero todos tienen la misma forma elegante.
Las colonias tradicionales como ésta, están a las orillas del Níger, pero apenas invaden el desierto que se encuentra detrás.
No me molesté en rasurarme durante cinco meses y lo disfruté. Si mi barba no estuviera toda blanca, la usaría durante todo el año; pero la vanidad me domina y la rasuro en Montreal, ¡porque creo que me hace ver más viejo!
Peter está sacando su maleta fuera del "pinasse". Éramos los únicos occidentales, la otra docena o más de pasajeros eran locales; la mayoría de ellos eran Tuareg de tez blanca y unos cuantos eran negros. Esta vez teníamos un Toyota Land Cruiser que es más potente que un Land Rover. Manejamos y manejamos, nos detuvimos sólo para una oración a las 7:00 p.m. hasta las tres de la mañana. El conductor necesitaba el descanso; así que todos nosotros bajamos y dormimos en el suelo bajo un abrigo primitivo al lado de la carretera, no muy lejos de la aldea de Konna.
Nadie se quejó de insomnio. ¡Todos dormimos tan bien que no nos levantamos antes de las 7:00! Los últimos 50 kms. fueron un corto recorrido en un buen camino, y nos registramos en el hotel Campement de Mopti a eso de las 9:00.
Las cabañas tradicionales en las afueras de Mopti.
Mopti significaba una civilización con buenas carreteras y un horario regular de buses hacia otros lugares civilizados (cosas que damos por hecho y que no apreciamos hasta que no las tenemos). Mopti era una aldea atrasada en tiempos medievales cuando Timbuktu y Djénné eran grandes ciudades imperiales. Ahora, la situación es a la inversa y Mopti es un puerto muy importante en el Níger, a mitad del camino entre Bamako y Goa.
Ésta es sólo una pequeña parte del colorido puerto de Mopti, que es útil para un área extensa.
Mopti está rodeado de áreas bajas, cuya inundación durante el tiempo de humedad se controla por medio de un complicado sistema de carreteras elevadas y diques que construyeron los franceses para transformar pantanos en tierra útil para la agricultura. Es un lugar muy próspero con una población de casi 50,000 habitantes, un gran mercado y una hermosa mezquita.
Mopti es una colmena en comparación a Timbuktu, como pueden ver en el paso rápido que llevan estos compradores en la sección de ferreterías del mercado. También es un centro turístico donde pueden arreglarse visitas al pueblo Dogon.