Desde Sabie, tomé un taxi negro hacia Lydenburg, otro hacia Witbank y un tercero hacia Pretoria. Yo siempre era la única persona blanca en esos taxis negros, así que finalmente me dí cuenta por qué los llaman negros. Personalmente, creo que son seguros para cualquier mochilero que tenga una mentalidad abierta.
Mi aventura sudafricana estaba terminando. Decidí dejar de visitar Johannesburgo debido a todos los reportes acerca de la alta tasa de criminalidad que había en el área de Hillbrow, donde me habría quedado. No me importa tomar riesgos, siempre que las probabilidades sean aceptables. Jo'burg es uno de los lugares que prefiero evitar, así como Nairobi, Caracas, Lima y toda Algeria en estos días.
Por eso decidí ir a Pretoria, donde compré un boleto solamente de ida a Cairo. Me quedé en el Pretoria Backpacker's Hostel en la calle Bourke. La foto de arriba es de Old Raadsaal en Church Square.
La mayoría negra era visible en Pretoria pero yo estaba perplejo. Después de un mes aquí, me dí cuenta que había hablado únicamente con blancos (excepto con la encantadora Zulú de 22 años), mientras que había podido intercambiar opiniones libremente con los negros de la mayoría de países que acababa de cruzar.
De hecho, no me debería haber dejado perplejo el observar que la toma de posesión democraciamente del poder político por los negros no les dió el dominio de su economía de la noche a la mañana. Tomará varias generaciones para que puedan sanarse de los daños que les produjo las generaciones de sometimiento, especialmente si mantienen su orientación democrática actual con respecto a esa regeneración. Los chinos se han movido más rápido para tomar el control de su futuro y para recobrar su autoestima, pero el costo de esto ha sido espantoso.
En la actualidad, la mayoría negra sudafricana es nominalmente libre, pero aún es dependiente de una realidad exterior que es todavía ajena a su cultura y valores. Me conmueve profundamente este cuadro de niños negros mirando con entusiasmo hacia afuera del portón de su centro de cuidado diario, ya que simboliza lo que es África para mí .
Ya que no había podido tener contacto verdadero con la mayoría negra, decidí realizar un tour organizado por el suburbio negro de Pretoria llamado Mamelodi. Al frente se encuentra una chica inglesa, un joven austríaco, yo y un muchacho alemán. Atrás, Michael, nuestro guía y chofer, "X" quien estaba allí de casualidad y Joseph, el gerente de esta taberna clandestina ilegal.
Mamelodi, un suburbio de Pretoria, es un ejemplo de los lugares donde la mayoría negra se ha mantenido escondida de la vista de los blancos. Esta sección en particular, es relativamente reciente. Se puede ver que tiene cloacas debido a la sucesión de retretes a lo largo de de la cerca exterior.
Mamelodi tiene cloacas y tomas de agua públicas donde la vecindad se congrega para obtener agua y entretenerse con la actividad social.
La vida es difícil en Mamelodi, pero la capacidad de adaptación es fundamental ya que estos niños muestran orgullosamente sus juguetes hechos en casa.
Sudáfrica ha avanzado mucho, pero aún tiene un largo camino por recorrer...
He visto pobreza como esta en otras partes, pero resulta más ofensivo ver esta realidad oculta después de pasar un mes paseando por la altamente visible, limpia y cómoda Sudáfrica blanca.
No quise visitar Soweto, esto fue suficiente.
Ahora, iba de regreso a casa. Volé de regreso a Cairo y visité Israel, Chipre y Marruecos en el camino.