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Relatos
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Anterior: el 24 de marzo 1976
Los porteños, como son llamados los ciudadanos de Buenos Aires, son gente afectuosa y sociable a la que le gusta comer afuera y encontrarse con sus amigos en cafés y restaurantes.
Éste es el Café Oasis en la Avenida de Mayo donde los miembros fundadores del Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP) se reúnen los jueves.
Éste es el elegante Valerio diagonalmente opuesto a mi apartamento en la intersección de Esmeralda y Lavalle. Era un lugar muy conveniente para reunirme con personas que había conocido por internet o por teléfono.
El exclusivo Richmond en Florida era mi lugar favorito de reunión en 2004 porque estaba cerca del hotel donde me quedé en ese entonces.
Baires es una ciudad de cafés, restaurantes y todo tipo de lugares públicos para reunirse. Ésta es una confitería en Florida cerca de Corrientes.
Éste está ubicado en la esquina de Lavalle y Maipú.
Uno se puede atar a una mesa por horas a leer un libro frente a una taza de café o una cerveza sin que nadie se queje.
Los cafés públicos son una institución, ellos son un aspecto muy importante en la vida de los porteños.
El fútbol es el deporte nacional como el hokey en Canadá y el beisbol en los Estados Unidos. Cuando se está llevando a cabo un partido importante los cafés están llenos de fanáticos que gastan muchas horas mirando el juego pero muy poco dinero.
Con los porteños, todas la relaciones, incluso las profesionales son muy personales y casi íntimas comparadas con nuestros fríos y formales intercambios en el hemisferio norte.
Cuando mi dentista, Paula Gold, me entregó mi nueva dentadura postiza estaba sinceramente encantada con mi agradecimiento por el resultado.
Fui realmente afortunado ya que la sucursal local de Mensa tenía una casa club justo a tres cuadras de mi apartamento donde se reunían cada viernes. Fuí recibido muy calurosamente y tratado como un miembro de la familia.
Aquí están tres pilares de Mensa Argentina, Fernado, el vicepresidente, Gladys la que hace todo lo que necesita hacerse y Miguel Angel el sabio presidente.
También damos la bienvenida a miembros de otros países en nuestro grupo de Montreal pero no tan afectivamente. Aquí cada miembro que llega da la vuelta para besar o abrazar a todos los miembros presentes.
Damián, el secretario del grupo y Gladys le entregan los certificados a un nuevo miembro (1) que acababa de pasar las pruebas de ingreso.
Nuestras reuniones de los viernes empezaban a las 7:00 con grupos de discusión informales y algunas veces una conferencia.
Aquí, (2) y (3) están charlando con (4) (pelo bonito) en el salón de juegos.
Siempre hay alguna conversación estimulante.
Aquí, (5) y (6) están escuchando seriamente lo que Hernán tiene que decir.
Hacia las 10:00 llegan nuestros pedidos individuales y nos dedicamos a comer y a beber lo que algunas veces dura hasta pasada la media noche.
En el orden usual: Bernardo, Damián, (7), (8), (9), Facundo, (10), Miguel Angel y Gladys estamos disfrutando de nuestra cena familiar semanal.
En mi apartamento, Juan de Genero, autor de la página web http://www.argentinaskeptics.com.ar y yo revisamos que se ha hecho en las dos últimas décadas para promover el pensamiento crítico en Argentina e intercambiamos opiniones sobre cómo animar a los muchos grupos aislados de escépticos y no creyentes para que trabajen juntos.
Muchas personas y grupos han intentado promover el pensamiento crítico en Argentina entre los cuales el arriba mencionado Centro Argentino Para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP) creado en 1990 pero que se disolvió en 2001 debido a fricciones internas.
Conocí a varias personas y tuvimos reuniones frecuentes los jueves en mi apartamento con el concepto de un Club Social Racionalista donde todo tipo de no creyentes podían llegar a conocerse unos a otros más en lo personal que en lo ideológico. Todo el mundo estaba a favor de un club de ese tipo sujeto a la exclusión de ésta o aquella persona o grupo en el que no confiaran.
Hasta donde pude ver, esta falta de confianza parece ser característica de la psiquis argentina. Puede provenir de las denuncias que fueron comunes durante la terrible dictadura que duró desde 1976 hasta 1983 o puede tener raices más profundas en el reconocido rasgo argentino de "viveza". La viveza se refiere a la habilidad de engañar al prójimo. En esta sociedad, los que la tienen están orgullosos de su viveza.
No pude organizar una asociación social abierta para recibir y atender a todos los porteños cuya percepción del universo no incluyera el hipotético mundo sobrenatural de los espíritus, fantasmas, ángeles, demonios y deidades intangibles.
Sin embargo, aprendí mucho sobre la dinámica de grupos, hice nuevos amigos y estreché los lazos que me unen a viejos amigos como Alberto que me invitó a una cena de despedida con su compañera Frida.
Finalmente todas las cosas buenas se acaban y tuve que abordar el bus de transporte al Aeropuerto de Ezeiza para mi viaje a casa en Montreal.
