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Me pareció excelente el hostal juvenil de Sept-Îles pero éste era aún mejor. El lugar estaba lleno de gente de todo el mundo pero fui admitido ya que afortunadamente había hecho una reserva antes de partir de Montreal a Groenlandia.
Aquí esta el gran salón comunal con las mesas de comedor a la izquierda.
Este hostal es una organización sin ánimo de lucro con todo el personal voluntario.
En esta foto el decano de los voluntarios, André Tremblay y una turista belga, Véronique Stucker están cortando carne de foca en bocaditos para que cada uno pudiera probarla como un extra de la comida de la noche.
Nos comimos un enorme plato de espaguetis en la cena. Disfruté la carne de foca, ésta debía haber comido algas ya que tenía un sabor único a yodo.
Este vistoso restaurante estaba justo al lado del hostal juvenil...
Mientras que este "bed and breakfast", más conservador, estaba cruzando la calle.
Se dice que esta pequeña capilla, uno de los monumentos de Tadoussac construido en 1747, es la iglesia de madera más antigua existente en Canadá.
Tadoussac ha hecho del negocio de la observación de ballenas su especialidad. Unos 60 navíos entre 200 barcos de pasajeros y los zodiacos de 10 pasajeros que se ven aquí tienen licencias para salir tras las ballenas donde el agua dulce de el río Saguenay, relativamente caliente, se encuentra con la helada agua salada del estuario del San Lorenzo.
En lugar de perseguir ballenas, escogí un crucero de seis horas subiendo por el río Saguenay a bordo del Cavalier Royal.
La mayoría de los pasajeros estaban en la cubierta superior cuando tomé esta foto.
Aquí está la entrada al fiordo.
El fiordo de 70 km de largo y 280 mts de profundidad fue esculpido a través de las antiguas montañas Laurentienes por acción glacial durante la última era de hielo hace unos 12 000 años.
Anse-de-Roche en la costa norte de Saguenay es un destino favorito de campistas y caminantes.
El fiordo puede llegar a tener 2 km de ancho en lugares como éste. El agua dulce cálida de las precipitaciones fluye sobre la helada y pesada agua salada que invadió el fiordo al final de la era de hielo hace unos 6000 años.
Anse-Saint-Jean en la costa sur también es un destino favorito para los amantes de la naturaleza.
El barco cubierto con vidrio, atado al final de la marina es evidencia de la actividad turística.
Finalmente llegamos a los dos acantilados más altos del fiordo, Cap Éternité, abrupto y boscoso, y Cap Trinité, más rocoso y de tres niveles, ubicado a una corta distancia río arriba.
Aquí tenemos una vista más cercana de Cap Éternité.
Y una más cercana de Cap Trinité llamado así por su perfil de tres niveles.
Cap Trinité de 1000 pies es imponente en primer plano.
Aquí está otra vista.
Hacía demasiado viento para parar en Baie Trinité así que el Cavalier Royal continuó río arriba durante otra hora antes de dar la vuelta para regresar.
Aquí estamos mirando hacia adelante mientras navegamos hasta Sainte-Rose-du-Nord.
Y en esta foto estamos mirando a popa, en la mitad del camino de regreso a Tadoussac.
Aquí pueden ver líneas de energía transportando grandes cantidades de energía hidroeléctrica desde las estaciones de Manicouagan y Churchill hasta Montreal a 735 000 voltios, voltaje que alguna vez venció el record. Hay tres cruces así.
Finalmente, podemos ver la extensión del Estuario del San Lorenzo frente a nosotros.
Me encantó haber tenido tan agradable clima para este crucero después de toda la lluvia y la niebla por las que acababa de pasar.
De regreso a Tadoussac con el gran Hôtel Tadoussac, multi-estrellas, de techo rojo a la derecha. Si observan cuidadosamente alcanzan a divisar la pequeña e histórica capilla en el extremo derecho de la foto.
¡Había un buen grupo de gente en el hostal juvenil y el ambiente en el bar era sencillamente fabuloso!
Tuvimos una última charla bajo el sol la mañana siguiente antes de partir para Montreal con Matthew Davis (en el centro) y Ouali Berkane (con la chaqueta roja) en el carro rentado de Matthew.
La región entre Tadoussac y la ciudad de Quebec se llama Charlevoix. Disfrutamos manejar por esta zona rural de pequeñas fincas y tierra boscosa que se cuenta entre las más bellas de Quebec.
Después de cruzar la ciudad de Quebec aceleramos por los 250 km de aburrida super carretera para llegar volando a la contaminada Montreal.
¡Me alegraba estar de regreso a mi cómodo apartamento pero pronto empecéa preguntarme a donde me gustaría ir después de que tenga mi nueva rodilla de acero!
