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El más grande rasgo distintivo de Montréal es tan grande que ya no la vemos. Por supuesto me refiero al Mont Royal (Monte Real) que dio su nombre a la ciudad, visto aquí desde el techo de mi apartamento localizado en el área del "Plateau" (meseta) al este de la montaña.
El centro de Montréal está al sur de la montaña al pie de la cuesta a la izquierda. En el extremo derecho de esta foto está Outremont y apenas más allá de la montaña está Westmount.
El clima de Montréal es duro. Los extremos de temperatura pueden ir de -35 durante la noche en invierno hasta +35 grados centígrados al mediodía durante el verano. En esos días calientes a veces tomo el sol en la terraza que construí en el techo de mi apartamento. Aquí es donde fue tomada la foto anterior de la montaña.
La cima plana de la montaña está ocupada por un parque boscoso que incluye una gran laguna llamada Lago de los Castores donde a los montrealenses les encanta pasear durante los cálidos días de verano. No tomé una foto del lago porque sus orillas estaban atestadas de maquinaria que rehacían el paisaje.
Ésta es mirando al este desde un puesto de observación en la montaña. El punto blanco en el horizonte es el estadio Olímpico y mi apartamento está a un tercio del camino desde aquí hasta el estadio. Daremos un vistazo allá antes de visitar el centro pero primero veamos el lugar al pie de esta colina, donde los bongoceros se reúnen cada tarde de domingo durante el verano.
Este lugar en el extremo este del parque Mont- Royal es inundado por tamborileros y bailarines cada tarde agradable de domingo. El aire es perfumado gratamente por el cannabis y la mayoría de la gente se siente en la gloria.
Éste es el punto blanco que ustedes apenas podían ver desde la montaña. Exactamente a la izquierda del estadio pueden divisar uno de los dos edificios de apartamentos piramidales donde se hospedaron los atletas olímpicos durante los juegos.
Al medir 105 por 175 metros, puede albergar 58 500 espectadores bajo su techo de tela de fibra de vidrio soportado por 26 cables de acero atados a su torre inclinada de 170 metros. Inicialmente se suponía que el techo, hecho de kelvar, era retractable pero repetidos rasgones pusieron fin a esa idea y fue instalado un techo permanente de fibra de vidrio.
Construido por el arquitecto francés Taillibert para los juegos olímpicos de verano de 1976, el diseño futurista del estadio hizo volar la imaginación de los montrealenses pero también golpeó sus bolsillos seriamente. Los retrasos, los sobrecostos y las dificultades técnicas con el techo elevaron los costos muy por encima de los mil millones de dólares canadienses. Nosotros, los pobres contribuyentes, todavía estamos pagando esa locura treinta años después.
Los montrealenses disfrutan clamando en contra de esta gran locura pero todos amamos su atrevida silueta en el horizonte. Como siempre, el borde negro alrededor de las cuatro fotos de abajo indica que éstas no son mías ( las eliminaré si los propietarios de los derechos lo solicitan).
Ésta es una de las pirámides olímpicas vista desde la cima de la otra. A la derecha pasa la calle Sherbrooke, la más larga de Montréal.
Pueden ver el río Saint-Laurent fluyendo de izquierda a derecha al sur de la ciudad en esta vista desde el piso 19 de una de las pirámides olímpicas. A la derecha, la calle Sherbrooke conduce al área del centro cuyos rascacielos ustedes apenas pueden divisar en el horizonte. Allá es adonde iremos a continuación. El parche verde boscoso en el extremo derecho, pasando la calle Sherbrooke desde el estadio olímpico, es el borde sur de los Jardines Botánicos de Montréal.¡Tengo que llevarlos allá algún día, el jardín chino es estupendo!
La Place d'Armes con su Basílica de Notre-Dame alguna vez fue el centro de la Vieja Montréal. pero ahora señala el borde este del centro. Lo que queda de la Vieja Montréal. ha sido restaurado cuidadosamente como una atracción turística al sureste de aquí.
La importancia de este tramo de la rue St-Jacques desde la Place d'Armes hasta la Place Victoria ha disminuido ya que que los negocios se han trasladado a los rascacielos al oeste de aquí.
La Tour de la Bourse (Torre de la Bolsa de Valores) aún es muy concurrida pero sólo opciones y derivados se negocian aquí desde 1999 cuando la especialización de los mercados de valores canadienses concentró las acciones sólidas en Toronto y las acciones especulativas en Calgary y Vancouver.
Un techo sobre una calle angosta ha transformado estos venerables edificios en el Centro Internacional de Comercio de Montréal.
Más al oeste llegamos al laberinto de los pasajes subterráneos que mencioné anteriormente. Pasé por éste, cerca a la estación de metro de la calle Peel, el viernes anterior al Gran Premio de la Fórmula Uno de camino a la calle Crescent donde los amantes de las carreras se reúnen en esta ocasión.
La calle Ste-Catherine en el centro es el segundo mejor lugar para lucir carros rápidos durante el fin de semana del Gran Premio de Fórmula 1.
Este interesante híbrido entre una motocicleta y un carro de golf llamó mucho la atención. ¡Por eso estaba allí!
Al igual que este Ferrari rojo brillante.
Y este Bentley más sombrío pero igualmente lujoso.
Y otro Ferrari en la esquina de las calles Ste-Catherine y Crescent.
Las dos cuadras de la calle Crescent entre las calles Sainte-Catherine y Sherbrooke son invadidas por exhibiciones de Fórmula Uno y fanáticos durante la semana del Gran Premio.
Este go-cart de gran potencia era una singular atracción.
Varios carros de carreras estaban en exhibición. Me gusta mirar las carreras en TV pero francamente no podría decirles la clase a la que pertenece cada uno de estos carros.Me dijeron que éste es un Renault F1.
Sólo otro café en la acera.
Y otro carro de carreras diferente.
Éste se ve como el azul de arriba pero todavía no sé a que clase pertenece. Me dijeron que es un BAR F1.
Bares, pubs, cafés y restaurantes están puerta a puerta en la calle Crescent.
Un afortunado propietario parqueó aquí para mostrar su carro reconstruido a la medida bellamente pintado.
Aquí está otro.
Y otro.
Ninguna fiesta callejera puede hacerse sin música animada.
La semana del Gran Premio es un buen momento para mostrar no sólo Ferraris y carros hechos a la medida sino también motocicletas de lujo como ésta.
La calle de la Montagne cruza Maisonneuve una cuadra al este de Crescent. Este restaurante y bar de dos pisos ha sido un sitio popular de programa con una variedad de nombres desde que tengo memoria.Yo andaba mucho por allá cuando era joven. En esa época, vivía en la última casa al final de la calle de la Montagne, justo abajo del Parque Mont-Royal.
Al otro lado del enorme parque montaña partiendo de este concurrido y ruidoso centro está el calmado distrito residencial de Outremont. Demos un vistazo a algunas magníficas propiedades.
